lunes, 28 de febrero de 2011

De estupideces y probabilidades



La estupidez humana alcanza, en estos días, límites insospechados, y la probabilidad de que en algún momento esto mejore es tan lejana como que mañana lluevan billetes de cien euros. Seguramente ya estéis al corriente de esta normativa que entrará en vigor a partir del 7 de Marzo del presente, y que no tiene otra finalidad que ahorrar combustible, ante la amenaza de que oriente próximo nos corte el suministro. Dicen nuestros inestimables representantes que con esta medida pueden ahorrarse hasta medio millón de euros mensuales, y yo me pregunto, ¿quién se los ahorra? Porque que yo sepa, y si me equivoco, que alguien me corrija, todo en esta España nuestra se sufraga con el dinerito contante y sonante que amablemete le donamos a Hacienda y que no tan amablamente le enviamos a través de esos impuestos que democráticamente alguien decidió que teníamos que pagar. Sin embargo, no sé porque me temo que detrás de esto hay algo que no nos han contado, y no me refiero a la inminente subida, otra vez, y ya no sé cuántas van, de los carburantes. No. Aquí como de costumbre hay algo que huele mal, y nos tocará recoger la mierda a los mismos de siempre.

martes, 22 de febrero de 2011

El Alfarero



El tiempo. 

Hace millones de años, aquí no había montaña alguna. No existía un valle custodiado por este inexpugnable acantilado. No se agolpaban rocas de cantos redondeados aquí donde pisamos.
Hace millones de años, la tierra, esta tierra, era la misma que es hoy, no me cabe duda. Pero quizá, hubo un instante, mucho, mucho tiempo atrás, en el cual, una primera gota de agua sobre el piso árido, discurrió, pudiendo ir con igual probabilidad hacia cualquiera de los cuatro puntos cardinales, hacia donde hoy ves que se dirige este enorme río.

Es posible que hoy pienses que solo son importantes las grandes decisiones, decisiones que te enriquecen o te destruyen en un segundo. Sin embargo, hijo mío, igual que una pequeña gota de agua dejada al azar crea un río, cualquier pequeña cosa en tu vida cotidiana, engrandecida por el paso del tiempo, puede decidir que seas norte, sur, este, oeste...

miércoles, 16 de febrero de 2011

El olvido de las amapolas

Retazos, pedacitos de cielo
escritos por manos secas,
por plumas ajadas por el azote
de una lengua zafia.
Porque en el olvido de una amapola
se marchitaron para siempre.
Nunca volverán a nosotros las ciudades inventadas,
ni los ríos entrelazados con la espuma del mar.
Nunca regresarán del infierno
los ósculos regalados entre tinieblas,
y el eco mancillado del pasado
se volverá cenizas en el valle del destierro.

No podemos deshacer lo deshecho,
ni levantar las piedras que ha tirado el viento,
pero ahuyentaré el escarnio de los lobos
hilvanando los retales de mis sueños.
Que sean nuestras bocas las que sujeten el clavel herido,
mutilado con los improperios fácticos.
Y que sean las noches, el amparo
de las lanzas que buscan nuevas palabras.
Sembraremos de nuevo las mentes abandonadas
con la lascivia de aquel que todo lo perdió.
Volveremos a sentir que el sol calienta
cuando escapemos al olvido de las amapolas.




viernes, 11 de febrero de 2011

El Camino


No desdeñemos las miradas vacuas, ni las palabras airadas,
ni la metáfora surrealista que nace donde la lengua muere.
No erremos al pensar que la levedad de la pluma
es una senda lisonjera.

Que la imprudencia no se enarbole como bandera,
que no sea la osadía la espada de la ignorancia,
que los ojos viciados no se empañen nunca
con batallas no libradas.

Al final, las palabras se las lleva el viento
surcando las impertérritas nubes de pensamiento,
sólo quedan las huellas,
las pisadas de un hombre sediento.

Y si en algún momento nos desviamos del tortuoso camino
que la levedad de nuestro ser no nos conduzca al claro del bosque.
Traicionera esta retina que encuentra lozano y hermoso
la luz y el color que no tenemos en mente.

No mantengamos los labios sellados con lacre macilento,
no ajemos lo pasado en busca de ese mañana perfecto
porque no hay remedio inventado que enseñe lo correcto,
ni siquiera, lo incorrecto.

Pasajes de filosofía corrupta que gimotean en la trastienda,
símbolos que se pierden, ídolos que ya no mienten.
Dejemos que los segundos vuelen y nos atraviesen,
que sea este desorden, el faro que nos muestre la senda.

lunes, 7 de febrero de 2011

Vagabundeando por la vida

Oyes, ves, sientes... un mundo carente de su realidad. Todo parece ocurrir a kilómetros de distancia aunque vagamente eres consciente de que no es así. Por un momento, un día, una semana... deambulas mecánicamente por tu vida, ignorando el peso de tus actos. Empujado por las horas hacia un tiempo que parece no llegar.

A veces, necesitas que alguien te diga que estás aquí, entre nosotros. Eres uno más.

A veces, necesitas que alguien te haga sonreír, que te recuerde que estás vivo.

A veces, necesitas un abrazo, una caricia, un beso, alguien que te diga que le importas.

A veces, necesitas una razón para seguir...

Pero la tienes, nunca te ha faltado, siempre he estado aquí. Te has vuelto un autómata que se mueve al ritmo de una sociedad inconformista. Pero ese no eres tú. Siento que a veces, me descuido, te abandono, no sé ver que es lo que ocurre. Solo hazme saber que necesitas que te ayude a cargar con ese peso, y no te fallaré.

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