Y recorriendo la línea otro nudo que se dispone ante mis pies, que desajusta este tic-tac soñoliento de mi cabeza. No es el primero, hubo alguno más, pero no recuerdo como llegué al otro lado. Podría probar a vadearlo, sin embargo no sé de que profundidad dispone un nudo, incluso puedo intentar saltarlo, pero también desconozco su altura. Cualquier opción que me planteo no me conduce a la respuesta acertada, quizá ignorarlo sea lo correcto. Cierro con fuerza los ojos, como cuando niño los apretaba para que desapareciese el monstruo, y al abrirlos, aún sigue ahí, majestuoso y con esa arrogancia del que se sabe ganador. Desliar esta línea, esta que se cruza y se embrolla sin previo aviso, malgasta tantas fuerzas que, a veces, me da por pensar que es mejor rendirse. No lo haré. Cada uno ha de hacer frente a sus nudos, no hay fórmula perfecta, ni manual milagroso que nos conduzca al otro lado. Continuar en la línea es lo que se espera de nosotros.
sábado, 22 de octubre de 2011
Entre líneas y nudos
Y recorriendo la línea otro nudo que se dispone ante mis pies, que desajusta este tic-tac soñoliento de mi cabeza. No es el primero, hubo alguno más, pero no recuerdo como llegué al otro lado. Podría probar a vadearlo, sin embargo no sé de que profundidad dispone un nudo, incluso puedo intentar saltarlo, pero también desconozco su altura. Cualquier opción que me planteo no me conduce a la respuesta acertada, quizá ignorarlo sea lo correcto. Cierro con fuerza los ojos, como cuando niño los apretaba para que desapareciese el monstruo, y al abrirlos, aún sigue ahí, majestuoso y con esa arrogancia del que se sabe ganador. Desliar esta línea, esta que se cruza y se embrolla sin previo aviso, malgasta tantas fuerzas que, a veces, me da por pensar que es mejor rendirse. No lo haré. Cada uno ha de hacer frente a sus nudos, no hay fórmula perfecta, ni manual milagroso que nos conduzca al otro lado. Continuar en la línea es lo que se espera de nosotros.
Publicado por
fini
a las
0:40
jueves, 13 de octubre de 2011
Regreso
Y hasta siempre se convirtió en unos días con la facilidad de un parpadeo.
No veo el motivo para una pausa cuando los cerdos egodependientes pretenden robarnos lo que es nuestro por derecho.
Y si hay que hacer un esfuerzo se hace.
He contradicho.
No veo el motivo para una pausa cuando los cerdos egodependientes pretenden robarnos lo que es nuestro por derecho.
Y si hay que hacer un esfuerzo se hace.
He contradicho.
Publicado por
Sam
a las
19:13