martes, 25 de mayo de 2010

INJUSTA JUSTICIA


Para los que aún nacimos bajo la dictadura franquista y republicanos de corazón, el fusilamiento al que está siendo sometido el juez Garzón me translada inevitablemente a la España de la Guerra civil; a esa y también a la España de los cuarenta años de miedo, de silencio, de represión, a esta que es la nuestra, aunque unos pocos se empeñen en arrebatárnosla. Se han vertido ríos de tinta tan grandes sobre estos acontecimientos como litros de sangre de inocentes regaron nuestros campos durante la contienda. Sobre ellos, sobre casos particulares que inundan cada uno de nuestros pueblos y ciudades quisiera hablaros. Pero claro, han sido tantos como podréis imaginar, que no serían suficientes un millón de blogs para darles cabida. Por lo tanto dejad que haga mención de como ocurrieron los hechos en mi ciudad. Antes de continuar, deciros que la mayor parte de los datos que voy a citar a continuación son extraídos del libro "Guerra civil e represión en Ferrol y comarca" que amablemente ha colgado en la red su autor Xosé Manuel Suárez ( Doctor en Geografía e Historia), y que el único requisito que exige para su difusión es mencionar su nombre. Hecho está, y tras esta anotación no penséis que voy a hacer un resumen del libro, no es esa mi intención, sólo quiero acercaros ciertos datos y que vosotros mismos saquéis vuestras propias conclusiones.

La sublevación militar de julio de 1936 puso en marcha un movimiento que utilizó la violencia y el terror como medios de acción, haciendo desaparecer los derechos fundamentales de la persona. Este proceso estalló con fuerza tras vencer la sublevación en la comarca ferrolana, como demuestra que a finales de aquel mes de julio del 36 eran cerca de 600 -civiles y militares- los detenidos, superando los 800 a principios de agosto. Pero la principal prueba de la violencia inicial son los datos de los ejecutados entre agosto y septiembre de ese año: 384, la mayor parte como "paseos" de republicanos, izquierdistas y anarcosindicalistas.
Los datos nos permiten definir hasta diciembre de 1939  dos fases en el proceso represivo:
1ª fase (julio-noviembre 36): se caracteriza por la intensidad represiva y por la supremacía de las ejecuciones sin juicio previo. En estos meses fueron pasadas por las armas 481 personas de las cuales 429 fueron condenadas sin juicio.
2ª fase (dic. 1936-dic. 1939): el consejo de guerra es el instrumento represor principal que produce 202 condenados de los cuales 32 son homicidios.
Aún así comprobareis a continuación que los fallos judiciales en esta etapa eran "totalmente justos". Todos ellos se iniciaban con un patrón idéntico que culpabiliza al Gobierno legal de ser un organismo revolucionario que pretende, según directrices extranjeras, eliminar las características tradicionales de la nación española. El ejército tuvo que intervenir como salvador de la patria amenazada, y falseando el código penal, los defensores del Gobierno legal son condenados a muerte o a reclusión perpetua como autores de delitos de rebelión, sedicción, traición y auxilio a la rebelión, definidos en los códigos de justicia militar.

Para terminar me gustaría dejar planteadas una serie de cuestiones:
- ¿Cómo un Tribunal de este país puede admitir a trámite una querella interpuesta por dos organizaciones ultraderechistas? Con el agravante de que una de ellas tuvo su mayor apogeo durante los cuarenta años de fascismo.
- Si este juez es competente para la investigación del genocidio en  Chile y Argentina, ¿por qué no lo es en España? ¿Acaso no se considera genocidio porque no alcanzamos un número mínimo de víctimas?
- ¿A quién molesta "realmente" que demos un entierro digno a nuestros muertos?

Llevamos 35 años perdonando a aquellos que durante otros tantos fueron nuestros verdugos. Pero que el perdón no se confunda con el olvido porque, y voy a parafrasear a un par de autores, "el pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades, aislados rasgos de pasión, de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche" (M. Menéndez Pelayo). Y por último decía Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana "Quién olvida su historia está condenado a repetirla".

El cielo nos asista, si esto es así.

3 comentarios:

Serch dijo...

Hablando de esto, también me vienen a mi cabeza historias de las que siempre me cuenta mi abuelo, vivencias aquí en mi aldea.
De cómo, sin previo aviso, la guardia civil vino en medio de la noche a despertarle, se lo llevaron al cementerio junto con otras 2 personas y los obligaron a cavar 2 tumbas. Imagínate el miedo que pasaron, luego trajeron a otras dos personas que ejecutaron allí mismo y los obligaron a enterrarlas. Horas pensando que los iban a matar sin motivo, al final les tocó a otros... horrible.
Espero que no nos vuelva a tocar algo así.

Iago dijo...

La ley de Amnistía de 1977 impide juzgar los delitos cometidos durante la dictadura. "Dejo todo atado y bien atado", Franco dixit. Y no era coña...

fini dijo...

Igual que se invalidaron cadenas perpetuas, y otro tipo de delitos también se podría invalidar esa ley, lo hacen todos los días en el parlamento. No revocan lo que no les conviene!
En fin, está claro que por mucho tiempo que pase la sombra de las dos españas planea sobre nosotros.
Lo que realmente es una pena es que se ponga al mismo nivel a un buen juez y a un fascista cabrón.

un saludo!!!:)

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