sábado, 22 de octubre de 2011

Entre líneas y nudos



Y recorriendo la línea otro nudo que se dispone ante mis pies, que desajusta este tic-tac soñoliento de mi cabeza. No es el primero, hubo alguno más, pero no recuerdo como llegué al otro lado. Podría probar a vadearlo, sin embargo no sé de que profundidad dispone un nudo, incluso puedo intentar saltarlo, pero también desconozco su altura. Cualquier opción que me planteo no me conduce a la respuesta acertada, quizá ignorarlo sea lo correcto. Cierro con fuerza los ojos, como cuando niño los apretaba para que desapareciese el monstruo, y al abrirlos, aún sigue ahí, majestuoso y con esa arrogancia del que se sabe ganador. Desliar esta línea, esta que se cruza y se embrolla sin previo aviso, malgasta tantas fuerzas que, a veces, me da por pensar que es mejor rendirse. No lo haré. Cada uno ha de hacer frente a sus nudos, no hay fórmula perfecta, ni manual milagroso que nos conduzca al otro lado. Continuar en la línea es lo que se espera de nosotros.

jueves, 13 de octubre de 2011

Regreso

Y hasta siempre se convirtió en unos días con la facilidad de un parpadeo.

No veo el motivo para una pausa cuando los cerdos egodependientes pretenden robarnos lo que es nuestro por derecho.

Y si hay que hacer un esfuerzo se hace.

He contradicho.

martes, 4 de octubre de 2011

Despedida

Bueno, hemos decidido darle una pausa al blog, quizá definitiva, con lo que no se agregará contenido nuevo próximamente.

Creo que todos hemos disfrutado escribiendo aquí, gracias por aguantarnos.

Un saludo y hasta siempre!

domingo, 4 de septiembre de 2011

La fidelidad a uno mismo




Define el diccionario a la honestidad como esa cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, (decir la verdad), de acuerdo con los valores de verdad y justicia. Se trataría de vivir de acuerdo a como se piensa, a como se siente....
De acuerdo con esto, una persona honesta es la que actúa conforme al pudor y las buenas costumbres; resumiendo la persona decente. Y a pesar de lo clara que es la definición, que no deja lugar a dudas, a estas alturas hemos de malgastar fuerzas en defender nuestra inocencia.

Presos de este mundo sinrazón, no es suficiente con que las mujeres parezcamos honestas, no, hemos de demostrar que también lo somos; porque de antemano se nos prejuzga desde que a Eva se le ocurrió mordisquear una manzana prohibida. Que no se usan los mismos raseros para hombres y mujeres, es bien sabido por todos: que no tenemos las mismas oportunidades, que se nos menosprecia por el simple hecho de ser mujer, también lo sabemos. La pregunta es  por qué sigue ocurriendo, por qué la jurisprudencia defiende al ultrajador frente a la víctima, simplemente porque esta llevaba tanga, o minifalda, o porque no gritó lo suficiente para que la oyesen. No quiero lanzar un grito victimista, yo al menos no me siento así, pero lo que si es cierto es que una se harta de tener que defenderse continuamente de ataques, de demostrar día a día que poseo ciertas cualidades que a priori no se ven, sólo porque una parte del extracto masculino vive en una perpetua paja minifaldera. Supongo que parte de la culpa es nuestra, somos "fashion victims" y nos encanta emular a esas heroínas televisivas que se han convertido en jarrones por propia voluntad, porque la rentabilidad de ese estatus les compensa todo lo demás. Pero al resto, a las comunes de las mortales, este juego nos cuesta la vida. Pero ya veis que digo supongo, porque en el fondo sé que la raíz del problema no esta ahí: porque si la culpa la tuviese nuestra forma de vestir- tan impropia como creen algunos- en todos los países donde las mujeres visten con esa mortaja a la que denominan burka ya lo habrían superado. Claro que la culpa no la tiene la moda, sino la costumbre que se instauró en la cueva: creadas para el uso y el disfrute del hombre, deshechadas cuando ya no les servimos. Es un problema de difícil solución, yo tampoco tengo la respuesta acertada.

Pero lo que si tengo es el suficiente poder como para hacer oídos sordos, como para ignorar a esas mentes huecas que dudan de mi coherencia; no tengo  porque pasarme la vida defendiéndome de un crimen que no he cometido, ni demostrar a cada paso que merezco el respeto que pido. Así que llegados a este punto, allá cada cuál con sus percepciones, y con sus pensamientos, y bienaventurados los que podemos ver porque los que no quieren algo se están perdiendo. Si Sócrates levantase la cabeza...

lunes, 22 de agosto de 2011

Otro alarde de estupidez supina

Por fin ha terminado la visita Papal, eso sí, con treinta y nueve millones de euros menos en el bolsillo. Con la que nos está cayendo, esto ha sido otro alarde de estupidez supina por parte de los que nos gobiernan, por mucho que intenten convencernos de que las ganancias obtenidas con su venida verán duplicados los gastos. No voy a llenar esta página en blanco con todo aquello en lo que se podría invertir ese dinero: os lo dejo a vosotros. Seguro que se os ocurren un montón de buenas ideas. Quiero pararme, detenerme sólo un segundo, en ese millón de imágenes con las que nos han bombardeado día y noche desde hace ya no sé cuánto. Me he quedado petrificada, como aquellas estatuas de sal que menciona la biblia, al ver esta estampa que creí enterrada, que imagino en un cajón encerrada hace años. Durante estos días hemos sido la alegoría de esa España que creí muerta: la de la derecha más recalcitrante, la de mantilla y misa de domingo. Sólo faltó que alguno en el Valle de los Caídos levantase el puño en alto y pegase bien fuerte sobre la lápida para que nos enteremos de una puta vez quién manda aquí. Se debió de revolver en su tumba, con esa gracia y donaire que le caracterizaba, cuando los vientos le llevaron la noticia de que se baraja la posibilidad de que el Vaticano restaure su basílica. Y a mi se me revuelven las entrañas, se me encoge el corazón, me duele cada uno de los porrazos de aquellos, que como yo, se ofenden ante la hipocresía y la falta de memoria. No hemos aprendido nada en estos dos mil años, lo suscribo, me ha quedado tan claro estos días que incluso estoy por rebatirle a Darwin su teoría de la evolución  -estaréis conmigo en que en la especie humana no sobreviven los más fuertes e inteligentes- es la única razón que encuentro para sustentar todas las barbaridades que cometemos. Somos las ovejas del Señor, quiero decir, somos los borregos que van tras su pastor sin abandonar el camino: dos millones de ellas, venidas de todas las partes del mundo, reunidas para mostrar pleitesía al que ocupa el trono de Pedro (Bee, bee, bee). Agonizantes, exhaustas por el cansancio, por el calor del camino, sufriendo en sus propias carnes el martirio de Jesús de Nazaret en el desierto. Pobres ellos, asistidos en todo momento por voluntarios paramédicos borregos reunidos para la ocasión. ¿No queríais una prueba de fe? ¿Acaso no sois vosotros los que imploráis el tormento, que sufrió vuestro dios en la cruz, para expiar vuestras culpas? Sois unos cristianos de pacotilla, meapilas, santos sin devoción; porque si fuese de otra manera, si de verdad sólo uno de vosotros creyese en lo que predica, ahora mismo no estaríais en España, sino en Somalia, por poner un ejemplo, donde los niños se malnutren porque no tienen y no porque no quieren, donde ancianos caen desplomados por las altas temperaturas y no tienen una mano que les ayude, donde no hay agua, donde no hay una sombra, donde no hay un solo minuto para adorar falsos ídolos. Este es vuestro sitio, si de verdad, anhelais seguir los pasos de vuestro dios. Pasad cuarenta días con sus cuarenta noches en el desierto, y luego a ver cuántos bailan el waka-waka cuando vuelva de visita su Santidad.

domingo, 7 de agosto de 2011

De la pasión y el arte


Sucede, a veces, que las pasiones y el arte se cruzan. Volaban las musas por el Montparnasse; esas musas grises que nos conducen al tormento, al sufrimiento, a la locura en el peor de los casos. Lee Miller fue una de ellas. Con tan solo 22 años era una modelo reputada, portada del Vogue y disputada por fotógrafos, por cineastas e incluso por una ristra enorme de amantes, que se debatían por sus atenciones - Cocteau le dio un papel en su película " La sangre de un poeta", Picasso llegó a pintar hasta 6 retratos de ella -


 

Sin embargo, en ninguno despertó tanta pasión como en el fotógrafo Man Ray. Cuando Lee decicide dejar Nueva York para marcharse a París tiene muy claro a quién busca. Años más tarde, ella reconocería, que había provocado aquel encuentro en la cafetería del Montparnasse, donde se ofreció como alumna y él la rechazó con solo dos argumentos: que no aceptaba alumnos y que al día siguiente partía hacia Biarritz. Se fue con él. Durante los tres años que permanecieron juntos trabajaron codo a codo. Primero como creador y ayudante, luego como amantes e iguales y por último en la etapa final como adversarios.


La calidad de la mujer como artista había quedado patente y su necesidad de independencia también. Como no podía ser de otra manera, los tiempos de bonanza en los que trabajaban mano a mano, en los que incluso hicieron un hallazgo importantísimo para la fotografía: la solarización, llegaban a su fin. Aunque los surrealistas de la época defendían el amor libre, de sus parejas femeninas esperaban que se comportasen de otra manera. Esta fue la principal causa de la ruptura entre los dos artistas. El rodaje de la cinta de Cocteau, propició que Man se ahogara en sus propios celos, y que en un arranque de locura seccionase el cuello de ella en una fotografía al enterarse de su relación con el ruso Zizi Svirsky, un personaje muy conocido en la sociedad parisina de la época. Corría el año 1932, y ante los acontecimientos Lee escapa de París y se refugia de nuevo en Nueva York. Al darse cuenta de lo que había hecho, Man compra una pistola y contó a todo aquel que quiso escucharlo que no sabía que hacer: si usarla para él o contra ella. Su locura era patente y tardaría muchos años en recuperarse. La pistola que enseñaba, apareció poco después en un autorretrato en el que su cuello pendía de una soga, y delante de él una botella con veneno que descansa sobre una mesa.


Luego, en los meses posteriores, el fotógrafo crearía dos de sus mejores obras en las que su musa seguía siendo ella. Cinco años tardaron en reconciliarse, pero aquel tiempo les sirvió para transformar aquel amor tumultuoso en una profunda amistad, que duró hasta la muerte del artista en 1976.

jueves, 21 de julio de 2011

Codex Calistinus: de como se mantienen vivas las mentiras

A lo largo de la historia se han contado numerosas mentiras, falacias que han llegado hasta nosotros, y que nadie pone en duda, supongo porque es tan larga su duración en el tiempo que se han convertido en verdades como templos. Y de templos, y de historias, pero sobre todo, de mentiras va este artículo: habrá quién se lo crea, otros no, pero como reza en el encabezado de este blog: "si no vemos más allá es porque no queremos".

A estas alturas, he de suponer, que todos conoceis del hurto del Códice Calixtino, uno de los libros más famosos y más antiguos que servía como guía a todos los peregrinos que se embarcaban a recorrer el camino santo hacia Compostela. De entrada, este libro comienza ya con una mentira, una carta del Papa Calixto II, el autor dice ser dicho Papa, y que esribe el libro tras un duro trabajo de 14 años recopilando la información. Todo esto queda descartado, teniendo en cuenta que murió en 1124 y aún se tardaron años en publicar el Códice. Lo que si es cierto, es que el autor, denominado como Scriptor I, usó dicha carta, verdad en su totalidad y que iba dirigida al monasterio de Cluny y al arzobispo Gelmirez (Santiago de Compostela), para otorgarle así la importancia que en aquel momento no hubiese conseguido sino la hubiese incluido. Y aquí he de hacer un alto en el camino, para hablar del arzobispo Gelmirez, el artífice de todo el tinglado que hay en Santiago.

lunes, 11 de julio de 2011

De la Naturaleza Humana

Son las vísceras las que escriben los pasos a seguir, es la conciencia la que decide que hay de bueno o malo en todo ello, pero al final es la razón la que toma las riendas. Y por increíble que parezca, todos creemos tenerla. De un modo u otro nos autoconvencemos  de que hemos tomado la decisión correcta, es normal, si no estaríamos avocados a una locura permanente, debatiéndonos entre un lado u otro. El dolor producido por el mal ajeno, irreverente y altivo, que se alza ante nosotros tal cuál gigante, nos obliga a doblegarnos, a encerrarnos en un cascarón, a mostrar las púas afiladas a modo de defensa. Oímos lo que queremos oír, interpretamos según nos vaya en cada caso, porque no podemos echarnos la culpa de nuestros males; es mejor culpar al que tenemos enfrente, que afrontar el hecho de que quizá el problema radique en nosotros. Todo esto, así a grosso modo, es el comportamiento humano: la base de nuestras relaciones interpersonales supeditadas a aquellos que nos rodean: a lo que nos dicen, a lo que nos cuentan, a la imagen que tienen de nosotros. Entonces, no sé en que parte, debería entrar a jugar la sensatez. No podemos convertir nuestras vidas en una partida de ajedrez permanente- aunque pensándolo bien, la mayor parte de la población no sabe ni las reglas básicas- no podemos ser, durante toda una vida, peones en manos ajenas, dependientes de ese rey de turno que nos balancea a su antojo a través del tablero. El amor y el entendimiento del que tenemos enfrente, comienza por nuestro propio conocimiento, y por la consecución del amor propio. Está perogrullada que acabo de soltar, es tan obvia, que a pocos se les ocurre ponerla en práctica. Podríamos dar por hecho que siendo la base tan fácil, más fácil sería la solución: pero estaríamos equivocándonos de nuevo. Me planteo en que época desarrollo el ser humano sus debilidades mentales: me refiero al cúmulo de complejos de inferioridad o de superioridad que nos envuelve a cada uno. Doy por hecho que es otro invento de esta sociedad moderna del bienestar, que nadie en la Edad Media se miraba los michelines en el espejo porque le preocupaba más no morirse de hambre. Hemos elevado la apariencia física al summum de nuestras preocupaciones, en el mismo momento en que con la panza bien llena y cubierto nuestro techo se nos habían terminado las preocupaciones. Es el descubrimiento cuasiperfecto: nunca más tendremos que preocuparnos por estar despreocupados, siempre encontraremos a alguien que nos critique, que nos vilipendie, que se mofe de nuestra falta de cualidades o simplemente que nos envidie por las que tenemos. Actuar y que los demás actúen de buena fe parece un despropósito. Tanto, que estoy convencida, de que aquellos que lo hacen acaban siendo unos marginados sociales. De esos que señalan con el dedo porque se han convertido en una rara especie en extinción. Las ráfagas de bondad, que aún cohabitan en este mundo con tanta rabia y dolor, se esconden, se disfrazan de ironía y sarcasmo para pasar desapercibidas, ante el temor de ser descubiertas y que terminen con ellas. Ante tanto despropósito queda patente lo más bajo del ser humano, de ese homo sapiens, que quizá no lo sea tanto como cree. Tendremos que esperar que la evolución haga su trabajo, al fin y al cabo, la única sabia es la naturaleza.

martes, 5 de julio de 2011

Esto es lo que somos

El peor de los monstruos, el que más nos asusta, es el que todos llevamos dentro. Hay que ser muy valiente o quizá un necio para reconocerlo. Si os digo la verdad, no sé en que punto me encuentro ahora mismo. Lo que si sé es que el comienzo de nuestra verdadera vida empieza por apreciar este hecho, porque sino nos aferraremos siempre a una mentira, a algo que no somos. ¿Qué es lo que veis cuando por la mañana os miráis al espejo? ¿Os gustáis?, ¿Os sentís bien con vosotros mismos? Somos lobos, fieras salvajes; somos una manada sin líder, hambrientos de sangre y poder. Decía Nietzsche: "el hombre es el lobo para el hombre". Somos esa manada anárquica que acabará con cada uno de sus miembros sin sentir un poco de lástima. Me miro. Pausadamente. Y tras el brillo de mis ojos ya no veo miedo. Sé lo que soy: un monstruo con piel de cordero. Lo he aceptado. No me gusta, pero lo hago. Es la única manera que he encontrado para vencer mi miedo, el miedo a los demás. Puede ser que no sea suficiente, incluso, que no sea el modo adecuado. Pero si hay algo cierto, y es que esconderlo, encerrar a esta bestia tras una puerta vetada, no es la solución. Monstruos, esto es lo que somos.

viernes, 1 de julio de 2011

¡ Por Fin!

Ya es verano, pero de verdad...aunque el sol nos tenga medio abandonados. Y esta pequeña chorrada viene a que casi se me olvida desearos unas felices vacaciones: a los blogueros, a los lectores, a los curiosos, a los que aterrizan aquí por casualidad...

A todos y cada uno, espero que paséis un buen verano...Intentaré no colgar el cartel de cerrado por vacaciones, pero entededme, este portátil desde donde escribo es demasiado grande para meterlo en la bolsa de la playa, y por si no lo sabéis, a las islas paradisíacas aún no llegó el wifi (jejejeje).

Saludos y besos para todos:)))))))))

domingo, 26 de junio de 2011

Jugar a vivir

Es lo que tiene jugar a vivir. A veces a uno le exigen tomar posiciones, no es que quieras, es una obligación impuesta, que viene dada a los que intentan mantenerse neutrales. Y así sin querer, te das cuenta que tienes que elegir quienes son tus amigos, tus aliados, y quienes, a partir de ahora, dejarán de serlo. El Debate está abierto en tu mente. ¿Quienes son los buenos y quienes los malos? ¿Cuál es la opción adecuada? Y pienses lo que pienses, y decidas lo que decidas siempre perderás...Es lo que tiene el juego de la vida. Siempre te puedes mantener en la cuerda floja, bailando, intentando mantener el equilibrio entre un lado y otro sin dejarte caer. Puedes intentar crear un mundo aparte, aquí encima de la cuerda. No digo que sea fácil, sólo digo que quiero jugar con otras cartas.

jueves, 16 de junio de 2011

Donde no hay nada seguro ni nada cierto

Flotando entre algodones,
empujadas por la brisa desafiante
vuelan las dudas,
el qué será,
el donde estoy,
el adonde voy.

Estoy cansada,
harta, agotada,
extenuada hasta al límite
de buscar respuestas,
de hacer preguntas
de hablar en pasado y soñar en futuro

Siento la pesadez de lo mortal
atándome las piernas,
sujetándolas con fuerza,
cortándome estas alas
que tanto tiempo me llevó crear
para ahora no poder volar.

Vuela la duda, y planea
sobre mi cabeza
como el ave de rapiña
que vigila a su presa.
Me atosiga, me empuja
contra este suelo que no quiero pisar.

Saldré huyendo, o ¿no? o ¿si?
o quizá tal vez.
No hay nada seguro,
no hay nada cierto,
no hay salvavidas en este mar profundo
al que poder asirse.

Esperar a que llegue la salvación,
que vuelvan a ser propicios los vientos,
que me empujen hacia el puerto.
Esperar, o ¿no?
o dejarme ir hacia el fondo,
donde no hay nada seguro ni nada cierto.

lunes, 13 de junio de 2011

Anónimos

A estas alturas, salvo algún cabrero que aún no ha bajado de la montaña con el rebaño o algún eremita que sigue meditando en los Picos de Europa, todos estamos al tanto de la detención de la supuesta cúpula de los ciberactivistas, que dicen los cibermodernos, de Anonymous, y también por supuesto de la rueda de prensa hollywudiana con la que nos ha deleitado la Policía Nacional. Desde luego en los últimos tiempos nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se están luciendo. Al tanto estamos todos de que obedecen órdenes, de que representan el brazo ejecutor de esta degenerada clase política que nos representa, pero tengo la  sensación de que como el conurdo que vive en la inopia, ellos no se han enterado. Quiero pensar y creer también que dentro de estos grupos que conforman la seguridad de nuestro país hay gente lo suficientemente preparada, y por supuesto inteligente. Por eso no entiendo como se han prestado estos dos comisarios a semejante parodia: intentando crear tal cortina de humo que nos ciegue, que nos aleje de lo verdaderamente importante (el desalojo de las plazas por la fuerza). He de suponer que este preparado fue llevado a cabo por alguno de sus jefes de prensa, que mejor estaría trabajando como guionista para nuestro decadente cine español que aconsejando a estos funcionarios, así nos hubiéramos evitado aprobar leyes tan poco populares como la de la SGAE. Ni Spielberg en su calenturienta mente hubiese elucubrado semejante idea:  Detenidos los miembros principales de una organización terrorista internacional acusados de iniciar las revueltas en Egipto, en Libia y por supuesto aquí en España, y alzados al nivel de malos malísimos como Al-Kaeda, por dos comisarios de barrio. Vamos algo así como si los hubiese detenido los hombres de Paco. Lo peor de todo esto, es que realmente lo que han heho, supuestamente, estos jovenzuelos constituye delito penado hasta con tres años de cárcel. Permitidme la licencia pero es que hasta me caen bien, me recuerdan al Robin Hood de la edad media o a los bandoleros patrios que escondidos entre bosques y sierras rompían a su ritmo el sistema establecido. Sin embargo, es mejor no adelantar acontecimientos, de entrada nuestro sistema judicial ha de probar que han sido ellos los que cometieron dichos delitos, que para los que no lo sepáis han sido bloquear los sistemas del BBV, SGAE, y de la Junta Electoral de Madrid. A pesar de que sus huesos descansan tras las rejas, esta noche cayó durante más de una hora la página principal de la Policía Nacional, quizá porque ellos no son la cúpula de nada, quizá porque no existe una organización tal y como estábamos acostumbrados, sino que ahora los terroristas lo somos todos, cada uno a su manera; quizá porque ahora luchar por nuestros intereses es constitutivo de delito, e intentar conseguir una libertad  de expresión se haya convertido en utopía. Podemos seguir mirando hacia atrás y encontraríamos un ciento de grupos, de personas anónimas que en sus tiempos fueron considerados "terroristas": sólo por el hecho de ir contra un sistema que no consideraban justo. Ahora, con cierta nostalgia, los recuperamos como héroes: sin nombres, ni apellidos, anónimos como en estos tiempos, que en toda y cada una de las ocasiones fueron precursores del cambio. Con todo esto no quiero que nadie tome un posicionamiento, sólo os insto a pensar, os doy varios puntos de vista, y seguiré haciéndolo mientras me dejen: porque administrar un blog o un chat es motivo suficiente para que te detengan por activismo terrorista.

sábado, 4 de junio de 2011

Historias de la puta mili

Historia. Somos el cúmulo de infinidad de sucesos a lo largo de la historia, que nos han conformado, que nos han hecho escoger una dirección u otra. Pero, ahora, soy consciente de que aquellos que la escriben, faltan a menudo a la verdad, provocando esas afinidades buscadas, construyendo un mundo a su medida a base de falacias. Y yo me pregunto, ¿quienes somos? Un invento, quizá, de aquellos que como hoy nuestros historiadores de la Real Academia de la Historia, se han sacado de un chistera. En un apto de predigistación, el conejo se convierte en paloma, el ratón en amapola. ¿Qué somos? Marionetas. Si. Estoy segura de que es la mejor definición, entre multitud de términos, de palabras, es esta. Muñecos sin vida, sin fuerza, dirigidos por esas mentes obtusas que nos engañan con caramelos de colores; que nos hacen buenos, malos, ganadores o perdedores a su antojo, obviando el dolor y el sufrimiento de los que por desgracia lo vivieron en sus propias carnes. Apelo en estas líneas al pobre Nerón, tachado de loco y demente, lo eximo de esa culpabilidad de acabar con el Imperio. Me enervo al pensar, en esos locos bajitos que han sido maltratados tan injustamente a lo largo del tiempo: pobres de ellos, Napoleón, Hitler. Ambos ellos tratados injustamente, visionarios de futuro que sólo pretendían la unificación de una Europa libre. Son tantos, todos, los que ha maltratado la historia, son tantas las líneas inútiles que pueblan nuestros libros, que yo me pregunto ¿para qué sirve?, ¿qué ganamos con todo ello?, si al final, siempre tendremos que cuestionarnos que hay de cierto en todo ello.

miércoles, 25 de mayo de 2011

La casa

Escúchame hijo, toma de estos viejos labios,
la semilla que será tu futuro.
Coge mis manos y recorre los surcos del pasado,
las líneas desdibujadas de lo lejano.
Acércate hijo a la casa de tu padre, y esta que es tu morada
te revelará la historia que jamás fue contada.
Roza con las yemas, la fría piedra,
y ella sabrá mostrarte el camino de vuelta.
Atiende hijo la suplica de este hombre que jamás se rindió
porque hacerlo sería pura cobardía.
Que tropezó más de una vez, que cayó,
pero que siempre se volvió a poner en pie, y se mantuvo erguido.
Tú, mi hijo:
brote tierno en el medio del desierto,
esperanza en esa estrella de la mañana,
libro abierto para los que no ven nada.
Ya no queda aire suficiente en mis pulmones
para seguir profiriendo gritos de ayuda,
ya no queda fuerzas en mis miembros
para poder continuar la lucha.
Por eso, te he llamado,
aquí a mi lado,
por eso, te he mostrado
el  más difícil de los senderos.
Ahora te toca a ti, cuidar esta casa.

domingo, 15 de mayo de 2011

Quiero jugar a un juego...

Un juego en el que todos perdéis y al que nadie podrá dejar de jugar NUNCA.

Es parecido al juego en el que alguien te golpea con un bate y tú no puedes hacer nada por evitarlo. Una vez. Otra. otra... hasta que ya no eres consciente de que te siguen golpeando...

Trabajas, te partes la espalda 8 horas al día(eso, si tienes suerte) para tener un fajo de papeles, o unos números en la pantalla de un ordenador asociados a tu nombre: dinero.

Vas a votar. Vamos en masa. Porque... sino vamos a votar (?¿?) ¿Explotaríamos? No creo, pero hay que jugar.

Democracia. Democracia lleva en sí la partícula "demo" que nos vendieron que era pueblo, el poder del pueblo, pero en mi pueblo, Galicia, "demo" significa demonio.
Aprovecho que me voy del tema para hacer una breve reflexión sobre la democracia, o "Poder demoníaco":

- 22 de mayo. Vamos a ejercer nuestro derecho (al menos en mi comunidad) de elegir a "nuestros representantes" municipales. En pequeños pueblos como el mío, el poder de estos representantes está muy delimitado por la diputación provincial. La diputación provincial, un órgano que, por lo que sé, no elegimos nosotros sino que, los propios partidos eligen a sus representantes en función de los resultados globales en cada provincia. ¿demoniocrático, no?.

- sistema bipartidista, avalado por un eficaz mecanismo de recuento: http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_D'Hondt
y por el mejor mecanismo de difusión:

Si de vez en cuando tenéis el placer de escuchar a nuestros dirigentes y a sus opositores por la tele... podéis haceros algunas de estas preguntas:
¿parecen los preparados líderes de una nación buscando lo mejor para ésta, aportando soluciones, interesándose por la población?
¿parecen feriantes?
¿monos?
Es un auténtico show. Si alguna vez pasaron por vuestra casa a venderos una enciclopedia o una aspiradora... os aseguro que esa gente lo hace mucho mejor que cualquier político. Al menos las empresas se molestan en hacer un mínimos estudio. En la política vale todo. El pueblo no recordará ninguna cagada que lleve más de un mes sin salir por la tele, así que, adelante. Una retahíla de patrañas incoherentes ante la cual una multitud enfervorizada ondea banderas partidistas y aclama cada palabra (vamos, que no aporta más que ver telecinco en la sobremesa).

Trabajamos, votamos... hacemos el juego, ¿su juego? ¿el juego de quién?

Quizá sea cosa mía, casi nunca veo la tele y si la dejo encendida, siempre acabo viendo algún tipo de documental que no hace más que alimentar mi escepticismo.
De hecho, todo esto viene a que ahora mismo (a las 2.00 de la mañana) estoy viendo un documental en la 2. ¿Por qué ponen algo así a estas horas? será para que no lo vea ni el santísimo.

Pues bien, esto que os quería contar desde un principio no tiene que ver directamente con la política o el dinero. El documental está hablando sobre la industria química. Bueno, los documentales, porque ya llevan 2 seguidos.
Efectos en nuestros organismos derivados de la química contenida en lo que comemos, en lo que vestimos, en las cremas que nos echamos... bueno, os podéis imaginar un poco a dónde quiero llegar, así que lo voy a resumir muchísimo:
- Se utilizan pesticidas que se sabe que provocan cáncer, pero su uso está tan extendido que no se subvencionan investigaciones al respecto, no se quiere destruir la industria creada entorno a los mismos.
- Se sabe que productos derivados del petróleo utilizados para hacer plásticos más flexibles (vamos, que están en todo: juguetes, ropa...) provocan infertilidad.
- Hay normativas separadas para cada producto del tipo "no puede haber más de X partículas por millón en el agua". Pero no hay una normativa para el conjunto de diferentes productos químicos, por lo que se han encontrado hasta 30mg de residuos de diferentes pesticidas en un litro de agua.

A ver, que no se puede ni comer tranquilo. ¿Merece la pena todo esto?

Al maíz le echan un producto "atrazina", que hace que todas las ranas de nosedónde-decían sean hembras. La población al lado de la planta donde la fabrican tiene una proporción mujeres-hombres de 6 a 1!!!! Y esto nos lo comemos en cereales, pan, palomitas, harina....pff xD

Ale, me voy pa cama que vaya puto asco.

Ahora empieza otro documental de prostitución infantil.

Si es que, ¿a dónde coño vamos? La raza humana sí que está prostituída, ¡qué asco!

Dinero!

Dinero!


Bueno, pues nada, hasta aquí, un saludo si es que aún sigue cayendo alguien por aquí. Ya hacía tiempo que no me pasaba y últimamente solo lo hago para poner a todo el mundo patas para arriba, jejeje.
Pero bueno, estoy seguro de que hay otro montonazo de cosas muy buenas para contar, claro que eso ya no me compete a mi.

Sed buenos, y recordad seguir punto por punto las normas de este juego...

lunes, 9 de mayo de 2011

Metamorfosis

Aturdida por el primer rayo centelleante que entró por esta ventana, con las pupilas cubiertas por un tosco manto gris, con la garganta seca, la voz tomada y el pulso casi imperceptible: así me he levantado esta mañana; con los sueños rotos, y un día por delante del que no tengo mapa. Deambularé sin rumbo a la espera de que la brújula dorada retome el norte. Recorreré los límites de mi mente, exploraré esos lugares donde sólo mi alma llega cuando me abandona. Exhausta ante el solo hecho de pensarlo, negociaré con mi alter ego todas las posibilidades, todas las probabilidades que se presentan. Mientras tanto, mientras me decido a seguir, o a parar, mientras todas las ensoñaciones y divagaciones recorren cada uno de estos senderos que pueblan mi cabeza, daré otra vuelta en la cama. Me esconderé bajo las mantas y ahogaré los gritos de mi garganta contra esta almohada, que ahora, es mi única confidente. La cobardía de mis miembros transformada en desidia, en pereza; y este fino hilo de cordura, lo único, que me separa de la muerte que vive bajo mi cama. Ahora, en este instante, nada podría diferenciarme de una pequeña cucaracha, de un pequeño insecto en el que nadie repara. Podría ser ese gusano de mezcal que vive dentro de una botella, un pececillo que con cada vuelta dentro de su pecera redescubre un nuevo mundo. En momentos como este añoro tanto la falta de conciencia: daría lo que fuese por sufrir esta metamorfosis, vendería mi alma a cambio  de arrancar el dolor de mi piel, de que mis sentimientos fuesen vetados.

jueves, 5 de mayo de 2011

Reflejos

Una mañana nos levantamos, y esa imagen que conocemos ya no se refleja en el espejo. Ha desaparecido. Nos hemos pasado la vida apostándonos delante de cualquier superficie reflectante, que nos deje comprobar como somos, porque la triste realidad es que no tenemos ni idea. Contemplamos embobados esas figuras esperpénticas: los paticortos, los deformes, los obtusos, los divergentes, echando a suertes en cuál de ellos encuadrarnos. Desdibujamos esas líneas que enmarcan nuestras vidas con los pensamientos que rondan las cabezas de los otros, y mientras tanto, también se diluyen las formas, hasta entremezclarse de tal forma que llegará el momento que no sabremos si somos nosotros, o simplemente, el pensamiento de alguien que vaga por el mundo.

martes, 26 de abril de 2011

La esquina

Hubo un día que eché a andar, y aunque no recuerdo el momento preciso, porque de esto hace tanto tiempo ya, sé que tras aquellos primeros pasos, enseguida sobrevino la primera dificultad. Al principio, todo había sido muy fácil, las losas grandes y lisas que adornaban aquella acera, invitaban a seguirlas; despacio, sin prisas, deleitándose en cada una de ellas como si dentro de aquellos cuadraditos hubiese mundos diferentes; pero fue entonces, cuando mis ojos se percataron, de que aquel liviano camino se perdía tras una esquina. Es curioso, pero mis piernas, que habían dado pasos firmes hasta aquel entonces, y que incluso se habían permitido el lujo de pegar saltitos, se frenaron y comenzaron a aflojarse, se dejaban ir como el árbol joven que trastea el viento. El pánico se apoderó de mi, la incertidumbre de no saber si habría más losas tras aquella esquina, me suponía tal ansiedad, que por un momento, creí perder la cordura. No hay nada peor que tener miedo, y recubrirse de esa incerteza que nos depara el futuro. Fue terrible, os lo aseguro. Tanto fue el terror, que pensé en abandonar, en dejarme caer sobre aquel trocito de acera y esperar. Esperar a que todo aquel mundo que se presentaba ante mi desconocido, se descubriese y me invitase de nuevo a seguir. Sin embargo, en aquel preciso instante en el que estaba a punto de desplomarme, unas manos desconocidas me sostuvieron, evitando aquella caída que hubiese sido desastrosa. La fuerza de aquellas manos me devolvieron enseguida la fuerza, y sobre todo, la esperanza, que creí, había perdido. Y mientras una mano me sujetaba, la otra me invitaba a seguir, a hacerle frente a aquella esquina: monstruo irreverente que doblegaba mi voluntad. Y otra vez, comencé la marcha, paso a paso como había hecho desde un principio, y cuando me quise dar cuenta la esquina había desaparecido. Volteé la cabeza, y allí, tras de mi, seguía tiesa y despampanante, y sin saber muy bien como, decidí seguir adelante, porque a mis pies había un montón de losas nuevas por descubrir, y ahora, ya no me asustaban las esquinas.

jueves, 21 de abril de 2011

Esa opción


Nombro al aire y al viento
cuando quiero decir aliento.
Clamo al cielo y al dios, que no existe,
la esperanza que no tengo.

Ciego mis ojos, sello mi boca
porque estos oídos no quieren oír.
Y mientras tanto, ondea la rendición
colgada del palo más alto.

Blanca,
Reluciente,
Encogida,
Avergonzada,
porque del mástil inhiesto
emana sangre inocente.

Nombro al mundo como ejemplo
cuando te quiero contar un cuento.
Clamo a la tierra y a este paraje donde me encuentro,
un oasis en el desierto.

Alzo las manos, hincho mi pecho
y en este manto de lágrimas busco consuelo.
Sigue ondeando la rendición
en ese mástil tan alto.

Sin opciones,
sin salida,
atrapada
en sus errores,
porque siempre había creído
que este era el mejor camino.

Nombro al niño y al viejo
cuando quiero decir salvación.
Clamo a lo inventado y a lo soñado
intuyendo que llegará ese momento...

lunes, 18 de abril de 2011

El alma que se quedó atrapada en una muñeca


Corría el año 1918, y Eikichi Suzuki, un joven de 17 años, se desplazó desde su pueblo natal a la ciudad de Saporo para disfrutar de una exhibición marina. Deambulando por sus calles, en una famosa tienda de juguetes, encontró una muñeca: morena, con el pelo corto y ataviada con el kimono típico. Sería el regalo perfecto para llevarle a su hermana pequeña, que por aquel entonces contaba con tres años. Efectivamente, la niña nada más verla, convirtió aquel juguete en su preferido: la bañaba y peinaba todos los días, no se separaba ni un solo segundo de ella. Pero Okiku, aquella pequeña niña, al poco tiempo se contagio de gripe española, y tras cinco meses de larga enfermedad, murió. Su familia se dispuso a su incineración, tal como indica el rito japonés, y con ella, todos sus objetos más preciados. Sin embargo su madre, rota por el dolor, se empeña en salvar aquella muñeca como único recuerdo de su hija, y la colocan en un pequeño altar al lado de la urna donde reposan las cenizas de la criatura. Al cabo de unos meses, la familia se percata de que algo raro le está sucediendo a la muñeca: su pelo crece. Asustados se dirigen al monasterio de Mannenji buscando una explicación, y allí, un monje les cuenta que al no ser incinerada con ella, el alma de Okiku ha quedado atrapada en la muñeca. Hasta el año 1937 su familia a pesar de su negativa se hace cargo de aquella muñeca tan misteriosa, pero a partir de esta fecha la depositan en el monasterio al que habían ido en busca de consuelo. Después de más de setenta años, en ningún momento su pelo ha dejado de crecer: cada cierto tiempo los monjes se lo arreglan y se lo cortan, y en estos momentos aquel cabello corto ha alcanzado los veinticinco centímetros. Incluso la ciencia se interesó por este misterio, y tras un análisis se confirmó que Okiku, la muñeca bautizada con el nombre de su pequeña dueña, tiene pelo humano.

martes, 12 de abril de 2011

Temores


Temo que llegue la noche, con ese paso inquietante que se cuela por cada uno de estes poros que conforman mi piel. Me asusta tanto quedarme conmigo misma, con este desvarío que baila un vals en mi mente cada noche, con la inquietud de este alma errante que se fuga de un cuerpo que ya no quiere. Ya sólo me queda por amiga la luna, que me sigue y me acompaña, que dirige cada una de estas lágrimas hacia este suelo infértil que navega bajo mis pies. Le temo a la noche, a mis fantasmas, a los monstruos esquivos que deambulan por mi salón: vigilantes, acechantes, esperando a que cometa sólo un error. Temores, miedos irracionales que cuelgan de mi lámpara, que se extienden como una hiedra, cubriéndolo todo a su paso, ocultándolo a estes ojos que ya no quieren ver. Pero pronto amanecerá, y con el calor de la mañana se evaporará la angustia, y volveré a sentir que la luz lo inunda todo, que merece la pena seguir hasta que de nuevo caiga la noche...

viernes, 8 de abril de 2011

Querido diario...

... hace tiempo que te tengo abandonado, pero no te olvido.

Prometo escribir algo este fin de semana fini, que te tenemos aquí sola. Lo que pasa es que lo que me viene últimamente a la cabeza es el sistema financiero, banco central europeo, fmi, la deuda externa... tengo que organizarme mucho para escribir eso sino será una chapuza!! jaja, además seguro que será un buen tostón, pero esto está para desahogarse, así que este finde empiezo con el tema.

Un saludo!!

P.D. No matéis mosquitos a cañonazos, que empieza a haberlos en cantidad...

viernes, 1 de abril de 2011

Felicidad


La felicidad que nos produce luchar por aquello que deseamos,
por aquello que queremos conseguir,
se evapora en el mismo instante en el que lo conseguimos.
Es tan utópica esta felicidad, como lo son de irreales, los objetivos
inalcanzables que nos proponemos.

domingo, 27 de marzo de 2011

Los intereses de un conflicto bélico

Estos días nuestro gobierno decidió que era de vital importancia nuestra participación en el conflicto libio, siguiendo las directrices que marca la ONU y demás instituciones a las que debemos pleitesia. Algo muy importante se está cocinando, además del ya recurrente interés por el petróleo que es de sobra conocido por todos, para montar una guerra a este nivel. Obviamente, nadie está pensando en la seguridad de los civiles, sino no hubiesen  permitido que este señor malgobernase este país tanto tiempo. Supongo que tendremos que esperar al menos una década para descubrir las verdaderas intenciones de estes que convertimos en dioses cuando les concedemos nuestro voto. Y mientras nos sentamos comodamente en nuestros sofás a hacer elucubraciones, mientras nos devanamos los sesos intentando resolver estos acertijos, siempre podemos echar mano de situaciones parecidas, ocurridas en un pasado no muy lejano.
Hace veinte años comenzó el conflicto en los Balcanes, y a pesar de que las fuerzas de la ONU no intervinieron directamente hasta la recta final de esta guerra, lo que si que es cierto es que tomaron partido al estipular un bloqueo contra Croacia, ya que Serbia era por aquel entonces un aliado de las grandes potencias europeas. Flotas de todas las naciones, incluida la séptima flota estadounidense, cerraron la entrada del Adriático, con el fin de apoyar al país amigo al que le estaba llegando el agua al cuello.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Y si Dios existe...?

¿Somos los seres humanos algo más que materia y energía?, ¿estamos dotados de un aspecto no material denominado espíritu o alma?, ¿qué pasa con las experiencias religiosas?, ¿son reales o , simplemente, fruto de una actividad cerebral anómala?, ¿es el misticismo un estado elevado de conciencia o sólo una alucinación? ¿qué es nuestra conciencia: la reunión de miles de millones de neuronas o algo que conecta con el universo?
Hasta ahora, en el terreno de la neurología, existía una gran división respecto a estas grandes y eternas preguntas. La mayoría de los neurocientíficos, los científicos cognitivos y los biólogos, se aferraban a la visión científica tradicional, señalando que fenómenos como el alma o Dios no son más que los chispazos de un cerebro complejo, al igual que lo serían otras alucinaciones y fantasías del ser humano. El Hombre, a pesar del proceso cultural, es presa fácil del miedo y la incertidumbre que le atenazaba hace miles de años. Los pequeños problemas de la vida diaria y las grandes preguntas provocan estrés neuronal, induciendo hasta cien cambios diferentes en el cerebro. Para balancear la carga, surgió la religión. Según diversos estudios, la experiencia religiosa libera neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y hormonas como la oxitocina, que dan paz al cerebro, restaurando su equilibrio. También desmuestran cómo la fe en Dios reduce los síntomas de depresión y favorece el autocontrol, mientras que la meditación mejora algunas capacidades mentales.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Manual del buen escritor

No hay escritor que se precie, o que lo aprecien, si no va escondido tras unas gafas de oscura y dura pasta. Tras esa apariencia miope, que no le deja ver el mundo tal cuál es, que se le muestra borroso y engañino, ha de vivir un buen aprendiz. Un poco desaliñado y bohemio en el vestir, con ese aire de pesadumbre que deja un rastro al pasar como si llevase puesto Chanel nº 5. Estoy segura que, en un principio, ni siquiera hace falta saber de la complejidad gramatical de altos vuelos, de metáforas y sinalefas, de prosas y poesías. Tan solo es conveniente asumir tu papel, ese rol que decides emprender una mañana al levantarte, y luego llevarlo a cabo. Tendríamos que hacernos con un foulard o con una bufanda gruesa y enrrollándola en el cuello nos será más fácil esconder esas palabras que  mascullamos al caminar por la calle. Luego el resto del atrezzo va en el gusto de cada uno; los hay que siempre van provistos de paraguas, incluso en pleno mes de agosto, seguramente este tipo vayan para poetas. Es algo normal, no son capaces de ver el vaso lleno ni aunque el agua se les salga por fuera. Otros prefieren cargar cor el portafolios a cuestas, aunque hayan quedado para dar un paseo por el parque, y algunos portan siempre un libro en sus manos, como aquellos clérigos que no se separaban de su misario. Da igual la opción que se escoja, cualquiera de ellas es válida, lo verdaderamente importante es el porte, el creer que somos escritores, y que algún día alguien reparará en nosotros. Pero para que esto ocurra, no podemos aletargarnos en casa. Debemos hacer vida pública, dejarnos caer por algún café, y ante una taza humeante sacar nuestro blog y estilográfica, y con aire pensativo garabatear mientras que nuestra musa no decida visitarnos. Sin duda, también será conveniente buscar entre todos, alguno más como nosotros, y así, día tras día ocupar siempre la misma mesa y dejar que nuestras mentes divaguen sobre asuntos intrascendentes propios de nuestro oficio. Al cabo de un tiempo, la gente comenzará a reparar en nosotros, y cuando menos te lo esperes, al pasar alguien dirá: ese es escritor. Si dirá otro, lo veo a menudo mirando el mar, sentado bajo aquel olmo sin más compañía que el humo de su cigarrillo. Y el camarero que no puede reprimir el intervenir, dirá: Tiene que serlo, sólo los escritores y los locos hablan con la luna. Me lo encuentro cada noche al cerrar el bar.
Y así, sin más complejidad, que aquella que nosotros queramos darle, sólo tenemos que ponernos a escribir.
Pero claro, eso ya es otra historia.

sábado, 12 de marzo de 2011

Aire embotellado

Cuando me desperté esta mañana, nada presagiaba que este día sería recordado por nuestros descendientes. Se presentaba, a priori, como otro día cualquiera, triste y anodino, inmerso en el fin de semana. Rebusqué entre el montón de ropa sucia que se acumulaba en el sofá, y entre aquel montón de andrajos encontré un pantalón y una camiseta que estaban bastante pasables. Tras enfundarmelos, bajé corriendo a la cafetería de enfrente. No sabía porque seguían manteniendo ese nombre, siempre supuse que era cuestión de nostalgia y no que aquellos empobrecidos empresarios no eran capaces de renombrar sus negocios. Mi sitio estaba ocupado, me contrario un poco la idea de tener que esperar, pero Laura, con un ademán, me señalo que aquel cliente se iría pronto. Me acerqué a la barra, y pagué por adelantado los servicios que iba a recibir, cada vez era más insostenible la situación: la inflación tocaba techos jamás sospechados, y las continuas revoluciones en la Confederación de los Grandes, avocaban nuestro futuro a la decadencia total. Pero el vicio me superaba: había intentado todo lo posible cuando las restricciones del gobierno se habían aprobado, pero nada dio resultado. Sentada en aquel taburete mugriento, sentí como el sudor empapaba mi cuerpo, el temblor de las piernas, el decaimiento, el bombardeo de imágenes que se agolpaban en mi mente me devolvían a tiempos mejores. Laura me sujetó en el preciso instante en que estaba a punto de desfallecer, y me condujo en volandas hasta mi asiento. La sola visión de aquella máquina infernal, me arrancó una sonrisa.

lunes, 7 de marzo de 2011

Día Internacional de la Mujer...y del Hombre

Mañana, como ya sabréis, se celebra el día de la Mujer Trabajadora, y no podía dejar pasar esta fecha sin hacer alusión a ella, y como soy la única representante femenina de este blog he pensado que quién mejor que yo para reivindicar, una vez más, un derecho. Un derecho, que no es otro, que el poder elegir, el poder decidir sobre nosotras sin ningún intermediario, el poder tener acceso a la cultura y a la educación, al reconocimiento de nuestros méritos, de nuestro trabajo dentro y fuera del hogar. Pero sobre todo, tenemos derecho a que se nos respete, a que se nos trate con tolerancia y comprensión. Hemos recorrido un gran camino desde que Lisístrata, en la antigua Grecia, iniciara una huelga sexual para que sus hombres desistieran de seguir guerreando, o de aquellas mujeres que convocaron las primeras huelgas durante la Revolución Industrial, o de las francesas que salieron a la calle reivindicando el sufragio universal. Si, ha pasado demasiado tiempo, y a pesar de ello, seguimos luchando, seguimos gritando que queremos lo que es nuestro. Quizá, durante todo este periplo no ha quedado lo suficientemente claro lo que queremos. Quizá, el problema es la falta de entendimiento, que no sabemos explicar con claridad cuales son nuestros objetivos, nuestras ansias, nuestros deseos y anhelos. Quiero pensar que es esto o algo parecido, por que sino no alcanzo a comprender la dificultad para que la sociedad no alcance a entendernos. Y fijaros bien que digo sociedad, y no me refiero en ningún caso a los hombres. Por que sé que muchos de vosotros sois fieles a nuestra causa, como también sé que tenemos al enemigo en casa, que hay mujeres que siguen pensando que el patriarcado es la única forma de vida válida, que claman al cielo cuando ven como sus congéneres salen a la calle enarbolando banderas de libertad. Por que al fin, eso es lo único que se busca tras esta guerra: libertad, igualdad, y que todos y que cada uno escojan bajo su buen juicio lo que quieran hacer con sus vidas. No quiero convertir estas palabras en piedras arrojadizas contra el otro bando, por que yo, jamás los he visto como contrincantes, ni como enemigos a los que haya que combatir. Supongo que miro al prójimo como me gusta que me vean a mi, con mis errores, con mis fallos y con esas escasas virtudes que son el compendio de cada uno de nosotros. Os miro a todos y pienso en mañana, en ese 8 de marzo, que se ha convertido en nuestra seña de identidad, y por más que miro y pienso sigue sin gustarme esa idea, por eso debo de ser de las pocas mujeres que no lo celebraran. No puedo. No puedo marcar en el calendario una fecha que sólo me transmite tristeza y dolor, que me recuerda a todas las víctimas que hay cada día, que hay cada mes en cualquier parte del mundo. No quiero celebrar el Día de La Mujer, mientras haya muertes, violaciones y discriminación. No debo. Sin embargo, seguiré luchando desde esta esquinita del mundo, y si el año que viene termina la lucha, ahí estaré para celebrarlo.

lunes, 28 de febrero de 2011

De estupideces y probabilidades



La estupidez humana alcanza, en estos días, límites insospechados, y la probabilidad de que en algún momento esto mejore es tan lejana como que mañana lluevan billetes de cien euros. Seguramente ya estéis al corriente de esta normativa que entrará en vigor a partir del 7 de Marzo del presente, y que no tiene otra finalidad que ahorrar combustible, ante la amenaza de que oriente próximo nos corte el suministro. Dicen nuestros inestimables representantes que con esta medida pueden ahorrarse hasta medio millón de euros mensuales, y yo me pregunto, ¿quién se los ahorra? Porque que yo sepa, y si me equivoco, que alguien me corrija, todo en esta España nuestra se sufraga con el dinerito contante y sonante que amablemete le donamos a Hacienda y que no tan amablamente le enviamos a través de esos impuestos que democráticamente alguien decidió que teníamos que pagar. Sin embargo, no sé porque me temo que detrás de esto hay algo que no nos han contado, y no me refiero a la inminente subida, otra vez, y ya no sé cuántas van, de los carburantes. No. Aquí como de costumbre hay algo que huele mal, y nos tocará recoger la mierda a los mismos de siempre.

martes, 22 de febrero de 2011

El Alfarero



El tiempo. 

Hace millones de años, aquí no había montaña alguna. No existía un valle custodiado por este inexpugnable acantilado. No se agolpaban rocas de cantos redondeados aquí donde pisamos.
Hace millones de años, la tierra, esta tierra, era la misma que es hoy, no me cabe duda. Pero quizá, hubo un instante, mucho, mucho tiempo atrás, en el cual, una primera gota de agua sobre el piso árido, discurrió, pudiendo ir con igual probabilidad hacia cualquiera de los cuatro puntos cardinales, hacia donde hoy ves que se dirige este enorme río.

Es posible que hoy pienses que solo son importantes las grandes decisiones, decisiones que te enriquecen o te destruyen en un segundo. Sin embargo, hijo mío, igual que una pequeña gota de agua dejada al azar crea un río, cualquier pequeña cosa en tu vida cotidiana, engrandecida por el paso del tiempo, puede decidir que seas norte, sur, este, oeste...

miércoles, 16 de febrero de 2011

El olvido de las amapolas

Retazos, pedacitos de cielo
escritos por manos secas,
por plumas ajadas por el azote
de una lengua zafia.
Porque en el olvido de una amapola
se marchitaron para siempre.
Nunca volverán a nosotros las ciudades inventadas,
ni los ríos entrelazados con la espuma del mar.
Nunca regresarán del infierno
los ósculos regalados entre tinieblas,
y el eco mancillado del pasado
se volverá cenizas en el valle del destierro.

No podemos deshacer lo deshecho,
ni levantar las piedras que ha tirado el viento,
pero ahuyentaré el escarnio de los lobos
hilvanando los retales de mis sueños.
Que sean nuestras bocas las que sujeten el clavel herido,
mutilado con los improperios fácticos.
Y que sean las noches, el amparo
de las lanzas que buscan nuevas palabras.
Sembraremos de nuevo las mentes abandonadas
con la lascivia de aquel que todo lo perdió.
Volveremos a sentir que el sol calienta
cuando escapemos al olvido de las amapolas.




viernes, 11 de febrero de 2011

El Camino


No desdeñemos las miradas vacuas, ni las palabras airadas,
ni la metáfora surrealista que nace donde la lengua muere.
No erremos al pensar que la levedad de la pluma
es una senda lisonjera.

Que la imprudencia no se enarbole como bandera,
que no sea la osadía la espada de la ignorancia,
que los ojos viciados no se empañen nunca
con batallas no libradas.

Al final, las palabras se las lleva el viento
surcando las impertérritas nubes de pensamiento,
sólo quedan las huellas,
las pisadas de un hombre sediento.

Y si en algún momento nos desviamos del tortuoso camino
que la levedad de nuestro ser no nos conduzca al claro del bosque.
Traicionera esta retina que encuentra lozano y hermoso
la luz y el color que no tenemos en mente.

No mantengamos los labios sellados con lacre macilento,
no ajemos lo pasado en busca de ese mañana perfecto
porque no hay remedio inventado que enseñe lo correcto,
ni siquiera, lo incorrecto.

Pasajes de filosofía corrupta que gimotean en la trastienda,
símbolos que se pierden, ídolos que ya no mienten.
Dejemos que los segundos vuelen y nos atraviesen,
que sea este desorden, el faro que nos muestre la senda.

lunes, 7 de febrero de 2011

Vagabundeando por la vida

Oyes, ves, sientes... un mundo carente de su realidad. Todo parece ocurrir a kilómetros de distancia aunque vagamente eres consciente de que no es así. Por un momento, un día, una semana... deambulas mecánicamente por tu vida, ignorando el peso de tus actos. Empujado por las horas hacia un tiempo que parece no llegar.

A veces, necesitas que alguien te diga que estás aquí, entre nosotros. Eres uno más.

A veces, necesitas que alguien te haga sonreír, que te recuerde que estás vivo.

A veces, necesitas un abrazo, una caricia, un beso, alguien que te diga que le importas.

A veces, necesitas una razón para seguir...

Pero la tienes, nunca te ha faltado, siempre he estado aquí. Te has vuelto un autómata que se mueve al ritmo de una sociedad inconformista. Pero ese no eres tú. Siento que a veces, me descuido, te abandono, no sé ver que es lo que ocurre. Solo hazme saber que necesitas que te ayude a cargar con ese peso, y no te fallaré.

lunes, 31 de enero de 2011

Miedo




¿ Qué hemos de sentir cuando sabemos que nuestro fin está cerca? ¿ Qué pensamos de aquel que tenemos enfrente, oculto tras un fusil?
Igual no pensamos, ni sentimos. Para que malgastar nuestros últimos segundos en algo tan vacuo e inútil a la vez, quizá lo único que de sentido a nuestra perdida es que ese, que será nuestro verdugo, es como nosotros. Yo usaría mis últimos minutos para eso, para mirarlo a los ojos, y ver, que tras el gatillo también vive el miedo.

miércoles, 19 de enero de 2011

No quiero ser un poeta

No quiero ser un poeta,
ni clamar al cielo el perdón.
No quiero gritarle al viento mi condena,
ni esperar que vuelva el almendro en flor.
No.
No quiero ser un poeta,
filósofo vagabundo de besos evaporados,
carne trémula en tus manos,
marioneta de esos brazos que escaparon.
No.
No quiero ser ese alma errante,
ojos si mente,
corazón sin pecho,
pies de plomo que me anclan al suelo.
Si.
Quiero sentir, de nuevo, la arena,
que me caliente el este,
y dormirme en el oeste,
quisiera ir al sur, y perder el norte.
Si.
Necesito sentir que la brisa no me daña,
que el gris se evapora con mi última lágrima.
Anhelo la certeza,
 el brillo de las estrellas perennes.
Por eso,
no quiero ser un poeta.
Maullando por las esquinas
en la oscuridad de un callejón inerte,
sin más compañía, que la mia propia.

Espero que vuelva pronto la paloma cautiva,
la flor de azahar que alimenta mis suspiros.
Espero, encontrar refugio,
escapar de la noche que me persigue sin tregua.

No.
No quiero ser un poeta.
Si.
Quiero que esa metáfora dulzona
embriague mis sentidos,
que se instale en el horizonte,
que sea mi bandera.


Porque, si, quisiera ser un poeta.

jueves, 13 de enero de 2011

Me aburro...


Me aburro, siento ese amuermamiento generalizado que paraliza mi cuerpo, y sobre todo, mi cabeza; el embotamiento de mis sentidos, el sistema nervioso paralizado por unas neuronas empalagadas, hinchadas de hastío e indiferencia. Percibo, a cada instante, como esta lengua transgresora, se apoltrona cómodamente dentro de su húmedo hueco, negándose a participar de lo cotidiano.

 Me aburro de tal manera que mis oídos se han declarado en huelga, impotentes, cansados de no captar nada diferente, y ahora sólo me queda, refugiarme en el silencio del aire que viaja entre mi pelo. Apoltronada en un rincón, con mis huesos doloridos, recuerdo que una vez la aguja del reloj se movía. Rememoro, con cierta nostalgia, cuando percibía la luz del sol que entraba por mi ventana, y cuando ansiaba la llegada de la luna, porque necesitaba hablar con ella.

Sí, vivo de recuerdos, porque el aburrimiento se ha instalado definitivamente en mi vida, porque es más fácil reflexionar sobre lo que una vez aconteció, que pararse a construir lo que luego vendrá. Sospecho que he encontrado la fórmula para curar esta melancólica parálisis, pero creo que no voy a hacerlo.

lunes, 10 de enero de 2011

Cuentos

Escribir, contar, decir, hablar, soñar sobre papel lo inventado, lo que aún queda por descubrir. Cambiar palabras por unos hechos que jamás sucedieron, maquillar ese pasado, historia llena de engañifas de los que un día estuvieron y fueron. Necesito que se oiga el palpitar de mis sienes, cuando en una ecuación maquiavélica, se pone a pensar. Oigo los engranajes, chirriando; como esas ruedas acaban encontrando otra pequeña ruedecita donde encajar, y entonces, todo se pone a funcionar. Escribiendo lo que se esconde tras esa puerta, lo oculto,  jeroglíficos sin descifrar que arrastro hasta el papel buscando alguien que les de sentido. Contar, contar, contar, resuena en mi cabeza como un eco traicionero, y va dando golpecitos de un lado a otro, esperando el momento adecuado para salir afuera, como ese volcán que estalla arrastrando todo a su paso. Y sigo contando, y escribiendo, porque algo me dice ahí dentro que todo son sueños. Sueños, soñar, vivir en una ensoñación permanente sin parar a pensar de donde procede, sin intervenciones foráneas que nos digan que no sirven, que serán en ese futuro, que no llega, pasto de las llamas. Fuego purificador que todo lo soluciona, que todo lo arregla, pero que jamás tocará nuestros sueños, nuestras palabras. Cuentos que se irán con el viento allá donde nadie pueda apresarlos y anidarán en la copa más alta, a la espera de que alguien quiera oírlos. Y cuando la brisa acaricie, de nuevo, esas ramas, las historias brotarán como frutos nuevos a la espera de ser recogidos. Cuentos, cuento, en voz alta, con los dedos, el tiempo que falta para que estos engranajes suenen de nuevo.

viernes, 7 de enero de 2011

La caída de la Virgen Roja

Allá por los inicios del siglo XX, Aurora vivía en Ferrol, librepensadora y atea, llevaba ya tiempo urdiendo un plan. Tras un tiempo, escogió al que sería el padre idóneo de su criatura, y tras quedarse embarazada, lo abandonó, y se transladó a Madrid. Allí, en la capital, nació un nueve de diciembre de 1914, Hildegart Rodríguez Carballeira. Los planes de Aurora estaban saliendo a la perfección: su hija, su creación como prototipo de mujer del futuro, pronto dió señales de genialidad. A los tres años, ya escribía, a los ocho era capaz de hablar seis idiomas y a los diecisiete terminó la carrera de Derecho. Activista política desde muy temprana edad en el PSOE, y luego en el Partido Federal, pronto comenzó a ser conocida, e incluso a ser reconocida internacionalmente. Víctima de sus convicciones, fue expulsada del partido socialista, cuando publicó en el periódico La Libertad, un artículo criticando una posible alianza entre el partido y un político reaccionario. Tras esto, es elegida secretaria de La liga española por la reforma sexual , que presidía el doctor Gregorio Marañón, lo que la llevó a relacionarse con personalidades influyentes de la época como  H.G. Wells; e incluso publicó multitud de textos, y una monografía titulada La Revolución Sexual, que en su primera semana en las librerías, vendió 8.000 ejemplares sólo en Madrid.

Pero Aurora no era feliz. A medida que el tiempo transcurría su mente llena de paranoias y confabulaciones, le hicieron ir en contra su propia hija. Más de una vez Hildegart intentó zafarse de las oscuras garras de su madre, de esa protección enfermiza a la que era sometida. Incluso Wells, en un viaje a la ciudad le ofreció convertirse en su secretaría personal. Se irían a Londres, y allí lejos de la potestad materna, le ayudaría a desarrollar todo aquel potencial mal aprovechado. Sin embargo, Aurora no lo permitió, estalló llena de ira y amenazó con suicidarse si ella se marchaba de su lado; no fue la única vez que lo hizo.

La locura de la mujer, viendo que su obra, no era lo que ella había concebido, decidió destruirla. La noche del nueve de junio de 1933, Hildegart murió de cuatro disparos: tres en la cabeza  y uno en el corazón. Hubo quién, en una visión más amable del macabro asesinato, quiso pensar que una posible relación amorosa de la joven había sido el desencadenante del suceso. Sin embargo Aurora, siempre mantuvo que la había asesinado, porque desde hacía años, su hija la amenazaba constantemente con abandonarla.

 Y no podía permitirlo, ella la había creado.

jueves, 6 de enero de 2011

Para Teresa

Para Elisa, o Elizabeth... ni si quiera hay pruebas concluyentes de quién eras en realidad. Y sin embargo, serás siempre recordada.


Valentina Lisitsa. Una de mis pianistas contemporáneas preferidas. Fíjate, como toca tu dichosa canción. Carcajada general entre la audiencia que no da crédito a lo que ve. Una pianista de renombre tocando tu canción... puag!

Llorona, caprichosa, la aspirante a pianista de la que nunca se supo. Solo fuiste un nombre falso en un papel.
¿Una alumna, una amante, un capricho? Un fantasma en una esquina de cara a la pared. Una espalda sin rostro. ¡Da la cara! Bicho (<--no es locura, lo puse por que rimaba...jaja). Prosigo, no te libras hoy, estoy harto de oírte. Siempre me evocas la triste imagen del fracaso y no puedo evitar, de pasada, verme en ella reflejado, sentado, al piano, partitura al frente, veo tu nombre escrito en cada nota, siento la tristeza, el dolor... pero al fin veo que no es mío lo que siento. Es tu tristeza, y tu fracaso. La niña que no podía tocar una sonata y le escribieron una bagatela. En la menor (uuu). La menor de cinco hermanas. Inútil, coño. 

¿Cómo puede ser que alguien que no existió hace 200 años siga jodiendo tanto ahora?
Teresa...

(Bueno hasta aquí mi disertación.
Que conste que me encanta la canción y que esto es un blog de ciencia ficción.
Ala, que a gusto me he quedau xD.)

martes, 4 de enero de 2011

La primavera vendrá

Hoy es el día, el momento ha llegado
la inocencia perdida, de la golondrina que vuela,
se esparce por el suelo
como escarcha de invierno.

Impregnada la hiedra de color esperanza,
se enreda en los troncos,
que una vez, antaño, fueron tapizados de la melancolía
que salpica esos corazones estrujados.

Pueblos vacíos, abandonados,
hilos que penden de las ventanas,
 zapatos sin pies desnudos,
horas que ya no tienen medias.

Melodías encadenadas con arenas del desierto,
letras ensoñadas,
candidez olvidada,
entre las nubes del pasado.

Y entre piedra y piedra del camino,
cientos de semillas
de la primavera que pronto vendrá
buscando un corazón donde poder anidar.


lunes, 3 de enero de 2011

Azul

Seara llegó,a casa, cansada. Tiró con los libros en la cama, y se dejó caer a su lado como si su cuerpo ya no tuviese vida. En su mente agitada, los pensamientos se peleaban por sobreponerse unos encima de otros: la tarea de matemáticas, la de física, el trabajo de literatura...pero antes aún debía de terminar de leer el libro trimestral.
Alicia descansaba en la última estantería de la librería, y se deslizó hasta caer en el escritorio, arrastrando consigo una fina capa de polvo que se convirtió en una inesperada nevada para los folios esparcidos por aquella mesa.
Seara, asustada por el golpe seco que produjo el libro al caer, se levantó rápidamente a ver que sucedía. La novela permanecía balanceándose, en el filo de la madera, con sus brazos abiertos, intentando no caer hacia la nada. Seara lo salvó, justo cuando sus fuerzas comenzaban a flaquearle, y lo incierto del abismo era lo único que le deparaba el futuro. La niña lo levantó, y con la mirada siguió el párrafo que señalaba su dedo índice.

Entonces, azul, todo a su alrededor se tiñó de azul; una cascada azul se colaba por su ventana inundando todo a su paso, incluso ella también era azul. Los cristales que estallaban a su paso, se convirtieron al segundo en una fina lluvia azul que mojó sus zapatos, y que comenzó a deslizarse por debajo de su puerta, como un río que va hacia el mar...La habitación comenzó a dar vueltas, y vueltas, y vueltas hasta diluirse en un gran agujero de pequeñas pelotitas azules que no paraban de girar y que la atraían hacia él como si se tratase de un imán gigante. Seara sintió como el miedo corría por sus piernas, parecían dos postes atados al suelo, y por más que luchaba, hacía un buen rato que no le obedecían. Sin embargo, cuando estaba decidida a abandonarse a su suerte, una mano aparecida de la nada, asió la suya con fuerza, y la acompañó una voz que le susurró que no había peligro. Se prepararon para que aquel enorme torbellino los tragase, como si fuesen un pequeño aperitivo azul, y en aquel preciso instante en el que se miraron, los absorbió. Fueron dando trompicones contra las curvas azuladas de algodón, esparcidos y desintegrados en la más pequeña de las formas.  Por momentos, las partículas de la cría formaban círculos elípticos alrededor del otro cuerpo, y luego, unidas sus formas se encontraba con diminutos puntitos que la atravesaban durante interminables minutos.

Una alarma antiincendios sonaba, a lo lejos, a través de la noche. Aquel chirriar despertó a Seara de su sueño; con los párpados a medio abrir intentó, en vano, que sus músculos también despertasen. Miró, de nuevo, todas aquellas fórmulas garabateadas en su libreta, y entonces, su mano, que hasta aquel momento, parecía inerte, agarró el lápiz y comenzó a despejar aquella incógnita que le faltaba por resolver. A punto de amanecer, Seara, suspiró aliviada.
Gracias, Everett, dijo mirando al cielo.

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