Corría el año 1918, y Eikichi Suzuki, un joven de 17 años, se desplazó desde su pueblo natal a la ciudad de Saporo para disfrutar de una exhibición marina. Deambulando por sus calles, en una famosa tienda de juguetes, encontró una muñeca: morena, con el pelo corto y ataviada con el kimono típico. Sería el regalo perfecto para llevarle a su hermana pequeña, que por aquel entonces contaba con tres años. Efectivamente, la niña nada más verla, convirtió aquel juguete en su preferido: la bañaba y peinaba todos los días, no se separaba ni un solo segundo de ella. Pero Okiku, aquella pequeña niña, al poco tiempo se contagio de gripe española, y tras cinco meses de larga enfermedad, murió. Su familia se dispuso a su incineración, tal como indica el rito japonés, y con ella, todos sus objetos más preciados. Sin embargo su madre, rota por el dolor, se empeña en salvar aquella muñeca como único recuerdo de su hija, y la colocan en un pequeño altar al lado de la urna donde reposan las cenizas de la criatura. Al cabo de unos meses, la familia se percata de que algo raro le está sucediendo a la muñeca: su pelo crece. Asustados se dirigen al monasterio de Mannenji buscando una explicación, y allí, un monje les cuenta que al no ser incinerada con ella, el alma de Okiku ha quedado atrapada en la muñeca. Hasta el año 1937 su familia a pesar de su negativa se hace cargo de aquella muñeca tan misteriosa, pero a partir de esta fecha la depositan en el monasterio al que habían ido en busca de consuelo. Después de más de setenta años, en ningún momento su pelo ha dejado de crecer: cada cierto tiempo los monjes se lo arreglan y se lo cortan, y en estos momentos aquel cabello corto ha alcanzado los veinticinco centímetros. Incluso la ciencia se interesó por este misterio, y tras un análisis se confirmó que Okiku, la muñeca bautizada con el nombre de su pequeña dueña, tiene pelo humano.
2 comentarios:
wtf? xD
Es un mito japonés el hecho de asociar el término alma a objetos. Ya no el alma de una persona, sino la suya propia, adquirida con el paso de los años.
Por otro lado, el que una muñeca tenga pelo humano, pues ¿por qué no? si hacen pelucas con pelo humano... pero seguro que no le creció a ella sola, jeje. Aunque si tuvo fiebre española, pues vete a saber!!
Enfín, que como siempre no me creo nada fini! xD
no esperaba menos de ti Ray, jajajajajaja
pero ya sabes que el mundo está lleno de mitos y fábulas....:)) y por qué no hacerse eco de ellas?
un saludo.
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