martes, 5 de octubre de 2010

INTELIGENTES

Tengo la extraña costumbre de acostarme con la radio encendida. Disfruto de ese rato, malgastado por la mayoría de los mortales en contar ovejas. Pues a veces topo con algún programa interesante; esta noche fue una de ellas. Cierto filósofo griego aseguró que somos inteligentes porque tenemos manos, a lo que otro apuntilló que estaba equivocado: que tenemos manos porque somos inteligentes. En este punto, me quedé anonadada, básicamente porque jamás se me hubiese ocurrido pensar en ello. ¡Cómo se nota que estos no tenían hipoteca!
Si nos remitimos a nuestros primeros antepasados, es fácil comprobar, que quién tiene razón es nuestro primer filósofo. Uno de los primeros rasgos que nos diferenció de los primates, es el quinto dedo. Gracias a ello, aunque teníamos el cerebro poco desarrollado, creamos las primeras armas y utensilios. Nuestra mano, a diferencia de los otros animales, podía agarrar. Pero en cambio, si que es cierto, que para ser consciente de que tenemos manos, necesitamos cierto grado de inteligencia. Con lo cuál tendríamos que darle la razón al segundo de nuestros filósofos. La prueba la tenemos en los niños de corta edad. Hasta los dieciocho meses cualquier bebé no es capaz de reconocerse delante de un espejo, y no es hasta pasados los cinco años que somos capaces de reconocer las distintas partes del cuerpo, y a partir de aquí vamos siendo conscientes de ello, es decir, a medida que nuestro desarrollo intelectual avanza.
No se que pensáis vosotros, pero yo, no soy capaz de ponerme del lado de ninguno.

2 comentarios:

Serch dijo...

Yo, desde mi ignorancia en el tema tengo esta opinión.
No podría afirmar hasta qué punto se desarrolló antes la inteligencia o la habilidad para usar instrumentos.
Probablemente, debido a una mutación, poniéndome del lado de Darwin, alguno de nuestros ancestros desarrolló unas manos diferentes y más útiles que las de sus predecesores. Éste pasó su característica a sus descendientes y de ahí surgió el siguiente eslabón de la cadena (supongo que el homo-habilis).
Por otro lado, para el desarrollo cerebral es necesario un lenguaje. Pero un lenguaje escrito, no solo hablado, para que el desarrollo pueda ser universal. Sin duda para esto es necesario disponer de manos bien formadas.
Se dice, actualmente, que los grandes primates poseen una capacidad cerebral mucho más cercana a nosotros de lo que cabría esperar. Lo que pasa es que no tienen forma alguna de pasar lo que aprende un individuo a la generación siguiente, por lo que siempre, cada primate debe empezar desde cero su aprendizaje.
Nuestra "sabiduría" es fruto de miles de años de historia. Nuestro cerebro, físicamente, a penas ha cambiado con respecto al del primer homo-sapiens, pero contamos con un legado histórico que nos permite explotarlo cada vez más.

Y nada, eso es lo que opino xD. Inteligencia para usar las manos, manos para transmitir la inteligencia de generación en generación.

Un saludo!

fini dijo...

Tengo ganas de rizar el rizo, ahora estoy por afirmar que muy inteligentes no somos, hay pruebas más que suficientes que lo demuestran. Ya lo decía Nietzsche: "El hombre es el lobo del Hombre".

Seguiremos discutiendo:)

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