Escúchame hijo, toma de estos viejos labios,
la semilla que será tu futuro.
Coge mis manos y recorre los surcos del pasado,
las líneas desdibujadas de lo lejano.
Acércate hijo a la casa de tu padre, y esta que es tu morada
te revelará la historia que jamás fue contada.
Roza con las yemas, la fría piedra,
y ella sabrá mostrarte el camino de vuelta.
Atiende hijo la suplica de este hombre que jamás se rindió
porque hacerlo sería pura cobardía.
Que tropezó más de una vez, que cayó,
pero que siempre se volvió a poner en pie, y se mantuvo erguido.
Tú, mi hijo:
brote tierno en el medio del desierto,
esperanza en esa estrella de la mañana,
libro abierto para los que no ven nada.
Ya no queda aire suficiente en mis pulmones
para seguir profiriendo gritos de ayuda,
ya no queda fuerzas en mis miembros
para poder continuar la lucha.
Por eso, te he llamado,
aquí a mi lado,
por eso, te he mostrado
el más difícil de los senderos.
Ahora te toca a ti, cuidar esta casa.
3 comentarios:
qué bien!!!!! ya podemos criticar de nuevo:P
bueno, supongo que se arregló por la santa providencia, porque hace 2 días lo intenté por todos los medios y seguía sin poder escribir nada :D
enfin, mejor así.
Pues está el veranito a la vuelta de la esquina, seguro que gracias a que el 84% de nuestros blogeros acabará examen, esto provocará una notable mejoría en el número de escritos en la página. (Espero!)
Un saludo!
yo también lo espero!!!!
suerte en los exámenes, supongo que os hará falta toda la ayuda posible, incluso la de la divina providencia, jajaja.
Besos!
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