La otra noche un amigo discutía conmigo sobre cuál es el mejor método para hacer de este mundo un lugar mejor.
Me hablaba de que las ONG's sólo son una forma de que mucha gente se sienta mejor colaborando con sus 5, 10, 20 euritos al mes, pudiendo así dormir tranquilos. Que la Iglesia es la cueva de ladrones del cuento de Alí Babá, y que la política está podrida desde la raíz. Etcétera.
Desde su punto de vista, hacía falta alguien que desde una mentalidad agresiva arrancase la mala hierba de este jardín, alguien con poder, con posibilidades de esgrimir una poderosa espada de justicia y verdad. Alguien de arriba.
Y yo recordé aquel hombre llamado Albino Luciani. Este italiano accedió a un puesto de poder en una gran empresa, y se dio cuenta de que a su alrededor había más hijos de puta por metro cuadrado de lo que era ni mucho menos que deseable. Así que se arremangó la camisa y se puso a investigar quién estaba robando en su organización, quién tenía contactos con la mafia, quién había sido relacionado con tráfico de armas, drogas, influencias y otras. Su intención era limpiar la casa de ratas, y hacerlo bien.
Evidentemente, un hombre sólo no puede hacer mucho sin ser descubierto, así que confió en sus más allegados para hacer el trabajo de campo. (Todo un presidente no debe ir recorriendo tabernas de los barrios bajos de Roma preguntando peligrosamente por miembros de la mafia)
Y, antes de dos semanas, apareció envenenado.
En su cama.
En sus estancias en el Vaticano.
Albino Luciani, también conocido como Juan Pablo I, alguien de arriba, quiso cambiar el mundo, o su mundo, y lo quitaron de en medio 33 días después de llegar al cargo. Es lo que ocurre cuando luchas contra el dinero.
¿Cambiar el mundo? Primero, deberíamos saber quién lo dirige...
Me hablaba de que las ONG's sólo son una forma de que mucha gente se sienta mejor colaborando con sus 5, 10, 20 euritos al mes, pudiendo así dormir tranquilos. Que la Iglesia es la cueva de ladrones del cuento de Alí Babá, y que la política está podrida desde la raíz. Etcétera.
Desde su punto de vista, hacía falta alguien que desde una mentalidad agresiva arrancase la mala hierba de este jardín, alguien con poder, con posibilidades de esgrimir una poderosa espada de justicia y verdad. Alguien de arriba.
Y yo recordé aquel hombre llamado Albino Luciani. Este italiano accedió a un puesto de poder en una gran empresa, y se dio cuenta de que a su alrededor había más hijos de puta por metro cuadrado de lo que era ni mucho menos que deseable. Así que se arremangó la camisa y se puso a investigar quién estaba robando en su organización, quién tenía contactos con la mafia, quién había sido relacionado con tráfico de armas, drogas, influencias y otras. Su intención era limpiar la casa de ratas, y hacerlo bien.
Evidentemente, un hombre sólo no puede hacer mucho sin ser descubierto, así que confió en sus más allegados para hacer el trabajo de campo. (Todo un presidente no debe ir recorriendo tabernas de los barrios bajos de Roma preguntando peligrosamente por miembros de la mafia)
Y, antes de dos semanas, apareció envenenado.
En su cama.
En sus estancias en el Vaticano.
Albino Luciani, también conocido como Juan Pablo I, alguien de arriba, quiso cambiar el mundo, o su mundo, y lo quitaron de en medio 33 días después de llegar al cargo. Es lo que ocurre cuando luchas contra el dinero.
¿Cambiar el mundo? Primero, deberíamos saber quién lo dirige...
6 comentarios:
La educacion es la clave iago, mientras la juventud no sea educada correctamente seguiran llegando al poder, año tras año, nuevos personajes igual de hijos de puta que los anteriores
Está claro que nada podemos hacer desde nuestra perspectiva como individuos por mejorar el mundo. Es más, creo que con este blog ya contribuimos más de lo que ha contribuido ningún otro humano antes!!
El fondo de la cuestión, creo que nos hace preguntarnos... ¿y de dónde sale tanto hijo de puta? Si conociéramos esta respuesta, podríamos cortar el problema de raíz. Porque dicen que mala hierba nunca muere, pero si evitamos que nazca... hmmmm, da que pensar.
1º- Descubrir de dónde procede el problema.
2º- Erradicarlo de una forma sutil y elegante (y a ser posible volátil y que no deje rastro).
3º- El mundo está mejor y "ni sa dau cuenta".
4º- :D
hay que tener en cuenta tambien, que no vamos a matar a la gente a diestro y sinestro, mejor seguir un patron...
Hola, yo creo que lo mas probable es que no nazcan como los hijos de pu... que son la mayoria, pero habria que preguntarse si alguien puede llegar a ser un directivo de una gran empresa o un candidato a cualquier gobierno sin antes haber echo las putadas correspondientes para ser él el normbrado (directivo o diputado da igual) antes que sus compañeros.
Evitar que nazca como bien dices es evitar que un solo inviduo pueda obtener tanto poder para si mismo, porque, a fin de cuentas siempre hay alguien que hace de todo para coseguir ese poder y una vez que lo tiene pues dudo que cambie...
Por cierto erradicarlo de forma sutil es imposible porque el mundo, tal y como esta, es más de los hijos de puta que de resto.
Yo soy un idealista desilusionado. Mi experiencia me dice que da igual con qué fumigues, que alguna mala hierba siempre arraiga... :)
Hola...el hijo de puta,¿nace o se hace? Es una gran cuestión, pero si aceptais mi más humilde opinión, yo creo que la mayoría, nace. Creedme, yo que soy madre, y vivo rodeada de "pequeños monstruos", llevo años viéndolo. Nada más nacer, el bebé bueno, una vez está limpito y comidito, se duerme hasta la próxima toma, pero los hay de otra índole: los cabrones. Les das de comer, los limpias, juegas con ellos... es meterlos en la cuna y lloran como energúmenos. Y de repente,neurótica por tanto llanto, te acercas a la cuna. ¿Y qué ves? Una sonrisa. Una sonrisa porque sabe que te tiene en sus manos...La solución está en la base, debemos negarnos a criar a pequeños tiranos que en el futuro serán unos enormes hijos de puta.Y a pesar de lo que dicen los pedagogos, un cachete a tiempo si hace milagros. Por eso, no todos pertenecemos a la generación NINI.
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