viernes, 22 de enero de 2010

Cerrando los ojos una vez más.





Imagínate que estás cruzando la calle y ves un coche venir hacia ti a toda velocidad, si no haces un esfuerzo para correr y apartarte te atropella seguro, pero en vez de hacer esto, decides cerrar los ojos y a ver qué pasa.
¿Parece esta una actitud racional?


Es una comparación que se me ocurre a menudo en época de exámenes, cuando no se puede perder demasiado tiempo haciendo cosas que no sean estudiar, y cuando normalmente acabo perdiendo mucho más tiempo que el resto del año de "no exámenes".
Por ejemplo, nunca antes había tenido un blog, ahora tengo dos. Incluso amigos míos, estudiantes, que también tienen exámenes se ven arrastrados (por su propia voluntad, por su puesto), a perder el tiempo haciendo este blog y los suyos personales.
Increíblemente, suele ocurrir también por estas fechas que te apetece aprender a cocinar algún plato nuevo. Incluso te atreves con algún postre horneado de esos que te llevan toda la mañana.
También es frecuente prometerse a uno mismo que esta es la última cerveza que tomas hasta el 15 de febrero... ¡Ja! sería más fácil que al cerrar los ojos el coche que viene a atropellarte saliese volando por encima de tu cabeza y luego al volver a abrirlos vieras cómo se aleja.

En fin, que es curioso, como la mente, ante situaciones de gran estrés, parece buscar cualquier vía de escape y de relajación. Como en estos casos, que te lleva a querer hacer cosas que probablemente nunca antes en tu vida habías hecho, incluso a tener unas enormes ganas de hacerlas, solo por eludir las responsabilidades un poquito más.
Pues eso, que aquí estoy, eludiendo un día más mis responsabilidades y sin un ápice de remordimiento. Al fin y al cabo está en la naturaleza humana buscar la satisfacción instantánea sin ver más allá del ahora. No hay que sentirse culpable, cierra los ojos y disfruta el momento, que pegarse un sprint para que no te atropellen cansa lo suyo!!

5 comentarios:

Iago dijo...

Grande!

Serch dijo...

jaja, este post ya me auguraba una noche de domingo larga, larga... ais... qué se le va a hacer.

Martín dijo...

Son muy curiosas las divagaciones de un vago redomado sabiendo que quien las escucha son otros tres vagos redomados. Se me ocurre la comparación de un loco en un manicomio que se cree Napoleón y en lugar de encontrar en sus compañeros un poco de cordura encuentra la aceptación del resto de mentes perturbadas y agenas a la realidad que lo acompañan en su viaje a espaldas de la penosa cotidianidad del resto de los mortales: "Yo soy Napoleón", dice el primero. "Yo el caballo", "yo Waterloo", dice el más desorientado. "Nosotros las tropas inglesas", se oye a los demás. Y así, acaban Napoleón y su caballo peleando contra las tropas inglesas encima del pobre Waterloo que acaba la batalla echo unos zorros. Pero en fin, leamos, toquemos la guitarra, veamos cine, bebamos y crezcamos como personas en genera en época de examenes para contrarestar la apatía que nos envuelve el resto del año.
Y es que, ¿si no soy Napoleón?, ¿por qué tengo este trabuco?

Iago dijo...

Mejora por momentos! jajaja

Serch dijo...

jajaja :D

Al final no me presenté al examen, no sé ni por qué xD, y me trajeron una copia y no voy a decir que lo aprobaba fijo... pero probablemente... xD

si es que, un loco en el manicomio, como decías...
que estais todos jodidos de la cabeza!

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