martes, 13 de julio de 2010

Dios dame paciencia

Peor que el que nunca habla es el que nunca escucha. Cuantas veces e intentado entablar con alguien una conversación y antes de que finalice la primera frase ya me está interrumpiendo con palabras fuera de contexto que nada tienen que ver con el discurso original. Como los odio.

Igual que el trepa que durante un paseo de varias personas acelera el paso y se te cruza delante con la excusa de hablar con el que tienes a tu derecha. Luego reduce la velocidad justo delante de ti haciéndote perder el contacto con el pelotón.

Esos que siempre te están diciendo en que están ocupados sin que nadie se lo haya preguntado, y te enteras de hasta cuando se echan un pedo. Intentan impresionar a la gente dándose autobombo, empleando vocabulario técnico que solo los hace quedar como unos 'bobos'. No hay nada peor que alguien que se cree el ombligo del mundo, cuando no es más que la última colilla pegada en la suela de un zapato. Por si los intentas reconocer suelen tener una vocecilla aguda y desagradable, y hablan mecánicamente como los contestadores.

Son realmente repulsivos. Pero que divertido es cuando intentan comunicarse entre dos de estos espécimenes. Empiezan a pisarse las palabras y notas como se empiezan a agobiar al no tener el canal de comunicación libre. Un sudor frío les recorre las sienes y los ojos les empiezan a bizquear. Su cara se transforma en un amplio muestrario de muecas y tics nerviosos. Luego comienzan a elevar el tono de voz para intentar adueñarse de la situación y compiten a ver quien dice la tontería mas grande. Al final los dos se retiran a sus guaridas, posiblemente a las afueras de la ciudad, con la sensación de que han ganado, pero en realidad solo tienen un poco más podrida la boca.

Justo ahora tengo a dos de esos pájaros detrás de mi.

2 comentarios:

Serch dijo...

jeje, por desgracia hay mucha gente así.

gente que intenta avasallar con pobres argumentos, que cree que la única verdad del mundo es la que entra en su comprensión, gente que intenta ridiculizar lo que otros dicen solo para sentirse que están por encima de ellos, y todo esto, aparentemente, con la única ambición de hacerse ver como atrevidos estúpidos delante de ellos...

como me dijo un gran sabio en repetidas ocasiones: "si no tienes razón, no discutas, y si la tienes, ¿para qué vas a discutir?"

creo que no hay que sentirse subyugado ante este tipo de gentes (y no lo digo con palabras raras para delatarme como tonto), lo mejor, a veces, es callarse y llevar la fiesta por dentro. Al menos es lo que yo hago, y siempre se puede hacer algún guiño a alguien que ande oyendo la conversación o el monólogo. No estás solo Gorxeo!!! xD

Por cierto, lo de ir caminando por la calle tb me pasa mucho, y mira que soy bien grande, jeje.

fini dijo...

Siento discrepar contigo Ray, cierto tipo gente necesita tener alrededor a alguien que les recuerde de vez en cuando, que son un atajo de gilipollas. Teniendo en cuenta, que la mayoría de la humanidad, ante estos seres, se calla. Discutir con ellos normalmente es una pérdida de tiempo porque nunca serás capaz de hacerles comprender, pero en cambio, es efectivo desde el punto de vista ético y moral para el resto del grupo.
Y si no, pensad en alguna conversación, en la que alguien ocurrente fué capaz de poner en su sitio a un descerebrado de estes.

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