jueves, 30 de diciembre de 2010

Felices fiestas y Feliz 2011


Feliz Navidad, feliz año y feliz 2011 bloggeros, bloggeras, lectores y ¿lectoras? O_o

El primer año del blog de los Cerdos Ególatras toca a su fin. En mi opinión, con un balance íntegramente positivo y que, aunque no contamos con gran número de visitas, si que seguimos conservando la ilusión con la que comenzamos a escribir nuestros artículos de opinión, relatos, filosóficos... en definitiva, desahogando un poco nuestras inquietudes y compartiéndolas con gente que merece la pena, que es de lo que se trata.

Un saludo a todos, y a disfrutar del nuevo año, que seguro que será más y mejor que este insuperable 2010.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

TANGO



Tango, toda mi vida es un tango,




llanto amargo del paso del tiempo



amargura de un recuerdo



que vive en mi presente.



Alma errante que no quieres volver



viviendo entre sombras marchitas



son esos acertijos sin resolver



los que tornarán ocres como las hojas.



Me dueles,



se me clava un puñal cada vez que te vas


Quiéreme,



aunque sólo sea una vez más.

domingo, 26 de diciembre de 2010

ESTADÍSTICAS

Hoy es uno de esos días en el que el país se levanta de resaca, con la sonrisa incrustada de oreja a oreja ante los excesos cometidos; estos días vividos en la plena inconsciencia humana, que nos catapultan de Nochebuena a Fin de año sin saber muy bien que ha ocurrido. Llevo tiempo dándome cuenta de que algún desalmado aprovecha esta semimuerte colectiva para sacar a flote cierta información, que de hacerlo en otro momento, haría sonrojar hasta al más memo. Os cuento esto porque acabo de leer un artículo sobre estadísticas, sobre educación, para ser más concretos; y la verdad, no sé si echarme a llorar o alegrarme porque un año más seguimos estando en mitad de la tabla. Nuestro responsable en educación, preguntado acerca de este hecho, nos ha regalado, como no podría ser de otra manera, la mejor de sus sonrisas antes de soltar uno ya de sus tan socorridos discursos: recordó que todos los esfuerzos , que se estaban haciendo, por parte del Gobierno, poco a poco iban dando sus frutos. Supongo que la mayoría de la población, ajena a lo que realmente se cuece, tragarán con la milonga, como de costumbre. Pero por desgracia para una servidora, todos estos datos, no hacen más que desbordar un vaso, que hace tiempo, que está muy lleno; y lo sé bien, porque lo mamo día a día a través de mis hijos, que aún están en edad escolar. Año tras año voy viendo como desciende el nivel exigido, como merman los contenidos de carácter cultural e intelectual y se malgasta el tiempo lectivo en intentar corregir a unas criaturitas abandonadas por sus padres, en manos del estado. Siento como se diluye la esencia de lo que algún día fue la escuela: esa institución creada sólo para la transmisión de conocimientos y el amor hacia la cultura. Ahora, gracias a todos, la hemos destrozado, convirtiéndola en una guardería permanente donde alojamos a nuestros hijos para poder ir a trabajar, donde los maestros, a excepción de unos pocos, descuidan su profesión por el hastío y, otros, porque están cansados de hacer el trabajo que tendrían que hacer entre tres colegas. Hace años, acudí a una cita con un médico, y tras exponerle un montón de quejas sobre el tiempo que llevaba esperando por aquella consulta, me cerró la boca cuando me dijo, que yo para la Seguridad Social sólo era un número dentro de un ordenador, que no servían de nada mis protestas. Hoy  soy consciente, de que nuestros niños, estos que mañana serán nuestro futuro, son simplemente una estadística: un amasijo de números y de letras, apelotonados como borregos, fáciles de dirigir y de engañar. Ahora entiendo porque nuestro ministro está tan contento.

LES, Antena 3 y el cierre de webs.

No soy yo muy de televisión, pero estaba viendo una película hace escasos minutos, cuando me encuentro que en la publicidad (sí, en Antena 3 creo que la publicidad es la programación que ocupa más del 60% del tiempo de emisión diario) hacen apoyo a la no aprobada ley antidescaragas.

¿Por qué? ¿Qué gana con esto Antena 3?
Para dirigir la opinión de la gente hacia esta ley, dicen que el año pasado han cerrado 150 salas de cine por las descargas ilegales.
¡¿Por las descargas ilegales?! Hay que tener cara.
Vale, de acuerdo. Estoy seguro de que últimamente han cerrado en España 150 antiguas y pequeñas salas de cine. Pero no por las descargas ilegales... como mencionan estos cierrabares.
El caso que mejor conozco es el de la zona de Ferrol-Narón. Abrieron recientemente un centro comercial con unos multicines de gran calidad y, efectivamente, viejas salas de cine, la mayoría, desaparecieron.
En A Coruña el caso en los últimos años es más sangrante... yo creo que hay unos 6 centros comerciales nuevos, todos con sus preciosas y enormes salas de cine. ¿Pues bien? si cerraron 150 salas, abrieron 1500, así que no vengan a tocar las p...
¿Quién le paga a Antena 3 para hacer esta publicidad? Otra cadena "pal saco" de tele 5... qué asco.

Bueno, uno que no vuelve a encender la tele...

sábado, 25 de diciembre de 2010

La dispersión de Rayleigh

- ¡Corre, corre! - dijo mientras me soltaba la mano y comenzaba a trotar hacia una zona de monte bajo. ¡Mira como salta!, acaso no son encantadores estos animalitos - se emocionaba espiando a un conejo que comía algo de hierba entre los matorrales.

A las afueras de la ciudad, rodeando el río, existía una amplia zona verde que funcionaba a la vez de maquillaje para la polución de las fábricas cercanas y de refugio para tortolitos que buscaban algo de intimidad. El ayuntamiento para lavar su cada vez más empobrecida imagen había habitado la zona con algunos animales, con los que pretendían demostrar que la ciudad estaba limpia de contaminación y el aire era puro. Y lo cierto es que por la postal de aquel día lo habían conseguido. El paisaje posaba idílico, con el sol brillando en lo alto y ni una sola nube a la vista.

- No es maravilloso poder disfrutar de un día así. Que romántico. Mira el cielo, ¿nunca te has preguntado por que es azul?. - sonreía y miraba hacia arriba utilizando la mano como si fuera una visera.

Yo que tenía cierto conocimiento en el campo de la física había leído recientemente algunos de los estudios del barón Rayleigh, premio Nobel de física en 1904. Concretamente me había interesado especialmente por la "Dispersión de Rayleight", que explica que la luz es dispersada cuando el tamaño de las partículas es similar o menor a la longitud de onda, y eso explicaba en cierta medida que el cielo sea de color azul. La longitud de onda más corta de la luz azul dispersará más que las longitudes de onda más largas de la luz verde y roja.

El caso es que estaba colocándome el nudo de la corbata y aclarando la voz con un suave carraspeo dispuesto a disertar sobre Rayleigh, el cielo, la luz azul y su longitud de onda, cuando de repente ella se adelantó y selló mis labios con su dedo índice.

- Cállate tonto. No digas nada. - entonces separó su dedo de mis labios y me asestó uno de esos besos de película, de los que echaban el telón en los cines de antes. En aquel momento se me pasaron muchas cosas por la cabeza, era nuestro primer beso. Alomejor, otro día dejo que me interrumpa sobre la "Dispersión de Mie" y el porqué de que las nubes sean blancas.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ley de Economía Sostenible, Sinde y el cierre de webs.

La Ley de Economía Sostenible (LES), donde se encontraba la famosa Ley Sinde, fue finalmente rechazada encontrando solamente el apoyo del partido socialista en la votación (18sí/20no/1ns-nc).
¿Qué significa esto? Pues en principio que podremos seguir disponiendo de páginas de descargas donde los usuarios compartan sus archivos, al menos un mes, ya que parece ser que esta ley será revisada el próximo mes de enero.

Veamos un poco de lo ocurrido últimamente... El pasado domingo, diversas páginas de descargas, las cuales registran una sexta parte (si recuerdo bien) del tráfico total en internet en España, pausaban sus funciones habituales para mostrar el siguiente mensaje contrario a la citada ley:
Por otro lado, tras la votación de la ley, algunas de las distribuidoras cinematográficas ofrecían su versión de la queja:

Bueno, tras leer o ver noticias con respecto a esta ley en diferentes medios de comunicación, me he hecho una pequeña opinión del tema que es la que sigue.

martes, 21 de diciembre de 2010

Tomadas las calles


Dioses y diosas del Olimpo
varados en la orilla del olvido
sirenas enmudecidas
persiguen al navegante perdido
lobos asustados
que se esconden tras el cristal.

El horror del niño que corre descalzo
tras su estómago vacío
ocupan ahora sus cuencas
dos enormes zafiros.

Tomadas las calles
por famélicas golondrinas
jaurías desesperadas
que ahogan sus gritos.

Arrancaré vuestros ojos
para que podáis ver
  daré vida a vuestros corazones inertes
y podréis sentir, querer, pensar...ser.


lunes, 20 de diciembre de 2010

Inspiración profunda, espiración ruidosa

Hay tardes de esas en las que no pasan las horas, las agujas del reloj pesan como si fueran de plomo y su histérico tic - tac parece deshacer el camino andado. Hay tardes a las que les crecen telas de araña, se llenan de polvo como los trastos viejos y su color amarillo recuerda al de periódicos olvidados. Hay tardes a las que se les oxida el aire, que peinan canas y a las que no hay maquillaje que les disimule las ojeras. En definitiva, hay tardes de esas que apestan a alcanfor y naftalina.

sábado, 18 de diciembre de 2010

La Catedral

Hace algún tiempo ya que llegué hasta aquí, con mi mochila a cuestas, llena de historias, de esperanzas y de anhelos; y también con las penas y tristezas del que viaja por el mundo de un lugar a otro. La obra, aunque en cimientos, ya mostraba su majestuosidad, y sin poder apartar mi vista de ella, día tras día me acercaba a ver como sufría pequeñas variaciones. Había algo en ella que me atrapaba, que seducía cada uno de mis sentidos, que zarandeaba el fino hilo que separa la cordura de la locura. Entonces, sucedió: una mañana el capataz de la obra se me acercó y me ofreció  participar en la construcción. No me sentía con fuerzas de hacerlo, pero en cambio, no podía resistir la tentación de no ser partícipe. En aquel mismo momento, abrí mi atillo, y desempolvé mis pocas herramientas, que comenzaban a oxidarse por la falta de uso. Al principio, mis torpes dedos, no eran capaces de moldear la piedra como yo quisiera, pero luego, a medida que pasaban los días y las semanas, todo aquello que había aprendido volvió a surgir como si siempre hubiese estado ahí. Me siento feliz, tras casi un año de arduo trabajo, la obra avanza, y comienzan a perfilarse en el horizonte todos nuestros sueños. Mientras golpeo el martillo, cada cincelada que doy, una palabra se escribe en algún lugar de la historia, se eleva una voz que quedará grabada en la mente de aquellos que en un futuro admirarán nuestra obra. Estoy seguro. Desde ahora, esta es nuestra casa: porque nos merecemos el reconocimiento de haberla creado, nuestra, porque es la morada filosofal que creamos aquí en la tierra. Pero sobre todo, también es vuestra casa, y la de todos aquellos que la visitáis, y la visitaréis en un futuro. Esta será la catedral de nuestros sueños; seguiremos luchando bajo el amparo de su bóveda, y nos dejaremos guiar por la luz que entra por sus ventanas. Pero, hasta que esto suceda, aún queda mucho trabajo por hacer: la piedra es dura, y en ocasiones, sólo la fuerza de las herramientas no es suficiente para ablandarla, es entonces, cuando debemos echar mano de ese conocimiento, de las enseñanzas ocultas tras los altos muros de la ignorancia. Sin embargo, sólo soy un peón, un simple aprendiz de obra, al que le quedan muchos peldaños que subir,  para alcanzar su meta.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El fútbol de los 90

El fútbol no se detiene. A cada minuto que pasa, el balón encumbra a nuevos ídolos y en algún rincón del mundo miles de aficionados gritan el último gol de su equipo. Cada vez son más jóvenes esos chicos que nos maravillan con su habilidad para controlar el balón, regatear al rival y chutar al fondo de la portería. En los últimos años cambiaron muchas cosas, los esquemas tácticos, los métodos de entrenamiento, la velocidad del juego o incluso los estilismos. Pero hay algo que nunca cambiará: la ilusión, la emoción, los sentimientos, el latido de la grada ... eso es algo perenne. Por eso en nuestra memoria siempre habrá un hueco para el recuerdo de aquella tarde de los 90, cuando aquel balón besó la red ¿te acuerdas?

martes, 14 de diciembre de 2010

La calle

Recuerdo cuando pisé por primera vez aquella calle. Era un joven forastero lleno de miedos en una ciudad grande y desconocida. Me abrumaba el rápido trajín de aquellos hombres y mujeres, enfundados en sus gabardinas de color marrón, ataviados con sus aparatosos paraguas, sorteando los charcos con destreza. Recuerdo que era invierno y que llovía a mares.

Yo permanecía inmóvil en el medio de aquel hormiguero, bajo la lluvia, con una maleta en cada mano. Mientras pensaba si entre tanta gente habría un sitio para mi, recibía empujones y alguna reprimenda. Durante unos segundos me miraban entre furiosos y extrañados, luego sus mentes se volvían a ocupar de sus asuntos, y en sus pupilas se reflejaban el novio que mira nervioso el reloj en la puerta del cine, los hijos que esperan a la salida del colegio, el examen que no se han preparado o el rosario de la misa de seis.

A mi nadie me esperaba al otro lado de la calle, era un recién llegado. No había ni novia, ni hijos, ni examen. No tenía que visitar el templo a media tarde para rezar los misterios del rosario. Mientras el resto permanecían ajenos, corrían de aquí para allá, sin prestar atención al marco donde se desarrollaban sus alegrías, sus penas, sus ilusiones, sus melancolías. Yo no podía despegar los ojos del lienzo que servía de fondo para la función, de mi única amiga en aquella ciudad, de la propia calle.

Con el tiempo, ya van diez años desde aquella primera visita, uno tiende a ir convirtiendo la calle en una postal más. Cada vez que acudo a una cita, que voy a la universidad a hacer un examen, que acompaño a algún amigo a recoger a sus hijos al colegio, o que paso por delante de la iglesia. Cada una de esas veces la postal se congela un poco más, hasta que un buen día recuerdas la calle exactamente igual que hace diez años.

Enhorabuena. Ya eres uno más, vistes una gabardina marrón que te cubre hasta los tobillos. Como ahora mismo no llueve el paraguas de tu mano derecha lo empleas a modo de bastón, mientras sorteas los charcos por miedo de mojarte los pies y coger un resfriado. Es invierno y ha anochecido temprano, pero hoy no has quedado con nadie y por la mañana te han avisado que se pospone un par de días tu cita con el dentista. Al contrario de otras veces caminas sin prisa y con la cabeza levantada. No llevas una ruta fija y ni tan siquiera sabes cual es tu destino, te guía el instinto. De repente tuerces una esquina, y bajo la luz de los faroles te parece ver a una vieja amiga. Hacía tiempo que no la veías, y te acercas para comprobar que es ella. Efectivamente es ella, notas que ha cambiado muchísimo, pero sigue estando preciosa.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Aprendiendo a vivir

Hace unos días que Mario empezó a ir al cole. Bajo su anorak rojo, escondido, su amigo del alma, su compañero de juegos de siempre. De repente, su mundo conocido ha desaparecido, las alas algodonadas de mamá han decidido separarlo de ella, y todo el mundo a su alrededor se empeña en que debe hacer amigos. No entiende por qué habría de hacerlo, y mientras piensa en ello, se dirige a su rincón, abrazado a su osito de peluche, buscando en el suelo la seguridad que se le escapó de los bolsillos del mandilón. De vez en cuando levanta su cabeza, y con la mirada perdida observa a aquellos seres, que al igual que él, han dejado allí abandonados. Estoico, permanece en esa esquina como si se tratase de un pilar maestro que sujeta al universo, esperando que la música de su liberación suene. Sale al patio, y se aleja de la algarabía de las otras pequeñas fierecillas y provisto de una pequeña pala, se dirige otro día más hacia su agujero, ese que por más que cava no tiene final, y aunque hace tiempo que lo sabe, le da igual. Sin embargo un buen día algo diferente sucede: la niña espigada que se sienta en la mesa de las cerezas cruza todo el patio, y se dirige a su encuentro. Mario siguió dedicado plenamente a su labor, y no le prestó ni la mínima atención; a ella parecía no importarle demasiado aquel desplante y permaneció en silencio a su lado. Al cabo de un rato, Nerea rebuscó concienzudamente dentro del bolsillo del pantalón, y con cierta dificultad fue capaz de desembarazarse de aquella abertura que parecía querer tragársela. Cuando abrió su puñito, dos caramelos diminutos aparecieron por arte de magia, y con la misma presteza que metió uno en la boca, le ofreció el otro a su compañero. Entonces Mario dejó de cavar, y con aquella mano cubierta de tierra agarró el dulce que le ofrecía la niña. Durante unos minutos los dos se miraron, se observaron minuciosamente, estudiando cada detalle que les parecía interesante; sin embargo aquel embelesamiento les duró, más bien poco; la sirena que sonaba con fuerza los reclamaba, de nuevo, a sus quehaceres, y la maestra no paraba de dar palmadas intentando reclamar su atención. Pero Mario y Nerea habían decidido que no iba con ellos, estaban en el lugar adecuado haciendo cada uno lo que quería, ¿por qué habrían de obedecer? La "seño" tardó  sólo unos minutos en darse cuenta de que faltaban pollitos en su corral, y salió toda alborotada a buscarlos al patio. Y allí seguían, con sus miradas perdidas en el cielo, buscando el castillo que acababan de construir. Pero algo había cambiado, ya nada volvería ser como antes, y ellos lo sabían. Se miraron otra vez, y en aquellas caras regordetas se dibujó una sonrisa. Mario agarró la mano de Nerea, y juntos, decidieron enfrentarse a su destino.

domingo, 5 de diciembre de 2010

El color de la vida

Hace años asistí a una exposición de pintura, que en verdad tenía una particularidad, y es que las obras allí expuestas correspondían a una escuela de pintura. Una vez terminé de revisar todas las pinturas, advertí que había varias iguales, pero en cambio todas eran diferentes. Me explico: era un bodegón, pero la textura, la luminosidad, y los colores que presentaban aquellas pinturas eran totalmente diferentes. Me acerqué a la organizadora del evento, que a la vez era la profesora de aquellos nuevos talentos, y le pregunté acerca de mi hallazgo. Ella, llena de sabiduría, me miró y me dijo: es lo normal. Me quedé estupefacta ante aquella respuesta, y aprovechando la amistad que nos une, le volví a preguntar y le pedí, dada mi torpeza, que se explayara un poco más para que yo pudiese entenderlo. A veces, me dijo, hay ciertas láminas que tienen  mayor éxito que otras, pero además los bodegones resultan ser fáciles para quienes comienzan su carrera como artistas. Por otro lado, que todos tengan colores diferentes...y le corté a media frase porque creía tener la respuesta. No saben mezclar los colores, solté toda llena de razón. Enseguida comprobé que estaba equivocada. El problema no radica ahí, es mucho más fácil, y es que cada persona tiene una percepción diferente de los colores, me contestó. A excepción de los daltónicos, que tienen un problema en la visión, los demás diferenciamos un amarillo de un verde, todos vemos un rojo, la diferencia estriba en que unos lo ven anaranjado, otros magenta, otros rubí....

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Il Mondo Cantabile


Gente; interesada, envidiosa, traidora... almas impías que arrastran la pena y el dolor entre quienes los rodean. La vida, un teatro de marionetas con ansias de humanidad, una ópera de aullidos, de famélicos alaridos al compás de una orquesta infernal.
Grotesca sinfonía en do menor, el menor de los males mayores. Os la dedico, a todos lo que un día me habéis hecho daño, gracias.

Apoyando a los Usuarios en contra del Cierre de Webs

No al cierre de webs